El pasado 28 de marzo AD’IP se volvía a pronunciar públicamente, tras el anuncio de las nuevas medidas de confinamiento, en su artículo “Suspensión temporal finalmente de las obras ¿Y ahora qué?” . En él expresábamos que ya se había sometido a una gran presión social y económica a todas nuestras empresas y autónomos, y que se había aumentado el riesgo de contagio por el COVID19. Se llegaba tarde y provocando el alargar más esta grave situación en el tiempo. Tres instituciones importantes, CSCAE, CGATE y CITOP, junto con algunas patronales, sindicatos, gobiernos locales y autonómicos así como otras muchas entidades se habían prononciado en la misma línea.
¿Y ahora qué?
Nos hacíamos esta pregunta ante la situación que se nos venía a todos encima. Hace tan solo una semana de esto pero, ante la evolución de las noticias, la gravedad de las circunstancias y las tremendas consecuencias humanas y económicas causadas, hace que la situación la estemos viviendo con mucha intensidad y dolor, y que los días sean vertiginosos y parezcan muchos más en unos momentos devastadores.
Se van sucediendo publicaciones de medidas improvisadas, que se nos justifican por las excepcionales circunstancias, que de igual forma se van corrigiendo, aclarando o ampliando, y que todos tenemos que entender y asumir en minutos, por Decreto Ley.
“Toda la liquidez necesaria, nadie se quedará atrás”
Eso fue lo que nos dijo el Presidente y eso es lo que seguimos esperando.
En primer lugar, defendimos la disponibilidad de los medios de protección necesarios para quienes están en primera línea de este combate, para todos esos profesionales que, sin descanso, se dejan día a día la piel para que los demás no caigamos en esta enfermedad. Por otra parte, pedíamos la seguridad de nuestros trabajadores y la necesidad de un confinamiento que llegaba dos semanas tarde, al mismo tiempo que se nos trasladaba la responsabilidad sanitaria a cada uno de nosotros. Y finalmente se paraliza la actividad, con mucha confusión para todos y sobre todo para el perfil de trabajador autónomo, pero nos sorprenden con una “imaginativa”, como así denominan, solución de un permiso retribuido, que no hace más que lesionar económicamente al sector y responsabilizar de nuevo al empresario y a sus trabajadores de la situación, sin dar una respuesta clara de amparo con cobertura económica del Gobierno.
Queremos manifestar nuestro agradecimiento a todos los trabajadores y empresas que representamos, y la suma de todas las demás con las que desarrollamos nuestra actividad laboral, por este ejemplar comportamiento ante la situación tan grave generada por esta crisis sanitaria y ante la gran incertidumbre económica que estamos viviendo.
Entre todos estamos ayudando a seguir con este confinamiento para conseguir parar la expansión de los contagios, pero ahora es también el momento de trabajar ya en el día después.
Estamos teniendo toda la dificultad para nuestro sector en la aprobación de los ERTE, falta de agilidad para la concesión de las líneas de avales ICO, grandes dudas de la situación en la que se deja al autónomo, un panorama desolador y de gran incertidumbre que no ayudan a una viabilidad real de nuestro sector en las actuales circunstancias. Todos queremos y debemos aportar, cooperar y ayudar, pero no se nos puede asfixiar.
Hoy, sábado 4 de abril, el Presidente nos anuncia en su nueva intervención que se prorroga el confinamiento hasta las veinticuatro horas del 25 de abril. No obstante, y ya en el turno de preguntas, nos matiza y responde que, con respecto a las actividades que continuarán manteniendo el confinamiento, se volverá a la situación del primer decreto de Estado de Alarma de 14 de marzo. Además, seguidamente cita lo siguiente:
“Vamos a garantizar, lógicamente en la medida de nuestras posibilidades, ese material de protección, para los trabajadores, para las trabajadoras, para el conjunto de la población en general, y vamos a garantizar una cosa también muy importante que es el precio de esos materiales”
Es nuestra obligación adelantarnos y evitar más improvisaciones.
Somos conscientes que la evolución que vaya teniendo esta pandemia es la que irá marcando los tiempos, pero tenemos que anticiparnos a los posibles escenarios y poner encima de la mesa los medios y las soluciones para poder afrontar esta emergencia. Que por el camino no deterioremos más la economía y aseguremos la más pronta recuperación económica.
Desde AD’IP somos conscientes que ahora es el momento de exponer las necesidades y trabajar en las medidas adecuadas, de no ser meros observadores neutrales ante una situación que precisa la aportación e implicación total de todos.
Todos esperamos una evolución positiva de los niveles de contagio y que pasemos de la relajación de la saturación de los hospitales a una situación de mejora total del control sanitario ante esta crisis.
El Gobierno nos ha argumentado insistentemente que la economía no aguantará más la total paralización y que piensan en una vuelta gradual y progresiva de la actividad, si la mejora en los datos así lo permiten.
Hoy sabemos que el grave problema estará en poder localizar y controlar a los asintomáticos para que no se vuelvan a extender los contagios.
A la espera de la confirmación en una nueva publicación en el BOE, lo que nos queda claro es que seguimos en la misma situación que estábamos hace una semana, antes de la ampliación del confinamiento. El Presidente nos dice que volvemos a esa anterior situación tras el Decreto de Alarma y, por tanto, volvemos a quedarnos en un limbo de protección y de seguridad.
Desde AD’IP, dejando clara constancia que somos los primeros interesados en que se vuelva a reactivar cuanto antes la actividad, pero no a cualquier precio, queremos volver a ser claros y contundentes y, por esa misma razón, pedimos, demandamos y exigimos a nuestros Gobernantes que, si se vuelven a abrir la obras después de Semana Santa como así parece, se nos garantice lo siguiente:
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Antes de que se vuelvan a abrir las Obras asegurar, a la totalidad de la población que trabajaría en ellas, la garantía de la disponibilidad de los medios de protección sanitaria individuales necesarios para llevar a cabo su trabajo.
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Establecer un protocolo sanitario único, y a nivel del Estado, de obligado cumplimiento y que contemple todo tipo de obra, en materia de protección colectiva contra la propagación del virus COVID19.
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Facilitar a toda empresa que no pueda llevar a cabo el normal desarrollo de su actividad, ante la imposibilidad del cumplimiento de las recomendaciones sanitarias, que por fuerza mayor pueda tener acceso incontestable a la tramitación de un ERTE, al directo acceso de préstamos en la línea de avales ICO, a la suspensión del pago de impuestos y, en definitiva, asegurar la continuidad real de las empresas y de los puestos de trabajo de sus empleados. “Toda la liquidez necesaria, nadie se quedará atrás”, solo estamos pidiendo eso. Muchas empresas ya están soportando impagos y paralización de facturas. No puede unirse a la gravedad económica una gravedad de incremento de riesgo sanitario.
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Facilitar los suficientes test en todos los centros de trabajo, más allá de una toma de temperatura, para asegurar que no estamos trabajando contagiados asintomáticos con personas que aún no hayan sido contagiadas.
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Garantizar que no volvemos atrás, que todo esto que estamos sufriendo la población no se alargue más, garantizar que la seguridad de volver a trabajar en las obras no se deja en manos de un empresario que no dispone de medios de protección, de unas obras sin medios adecuados de servicios, ni de limpieza e higiene, ni la posibilidad del cumplimiento de la exigencia de distancias mínimas.
Pedimos anticipación al problema. Hasta ahora se han tenido que ir tomando medidas ante lo que se desconocía. Cuando nos incorporemos al trabajo después de Semana Santa, de acuerdo con lo que parece inevitable después de las palabras de hoy del Presidente y no siendo una actividad esencial, ya sabemos lo que nos vamos a encontrar. Sabemos las medidas adecuadas que se tienen que mantener de prevención sanitaria, y que nos obligan a mantener, y también sabemos lo que es imposible cumplir.
No somos esenciales para la alimentación ni para la sanidad. Somos importantes para la economía, pero para quienes realmente somos directamente importantes es para la economía de nuestras familias y las familias de nuestros trabajadores. Que nadie olvide que somos los primeros interesados en volver a incorporarnos al trabajo y producir, pero también se nos pide a todos que seamos responsables y más aún desde una Asociación que representamos a un amplio colectivo.
Por favor, pongamos los medios antes del problema.
Ayudemos a salir cuanto antes de la crisis que estamos viviendo, y lo pedimos desde uno de los sectores que más vamos a sufrir el día después de la pandemia, y pedimos una respuesta clara.
Si hay una incorporación a las obras debe de existir una garantía previa de medios y condiciones de cumplimiento de las medidas sanitarias exigidas por el Estado de Alarma y la Organización Mundial de la Salud.