La construcción pisa el acelerador laboral y crea dos empleos al día en Castellón
La ocupación en el sector sube un 6% y adelanta a la hostelería y a la industria
Uno, dos, cinco andamios y otros tantas más allá. Al transeúnte que a pie o en bicicleta recorra el Pau Sensal, el bulevar Blasco Ibáñez o el Pau Lledó de Castelló no dejará de sorprenderle el flujo de actividad constructora: obreros, camiones que cargan y descargan, brazos de hierro, hormigoneras… Y en municipios como Vila-real, Burriana, Orpesa, Benicàssim o Vinaròs parece que las grúas también han vuelto. Y eso, junto al alza este año de las licitaciones de obra pública por las citas electoras, ha provocado que el empleo en el sector de la construcción crezca al mejor ritmo en años. Es mas, en Castellón el ladrillo ya es la actividad que más empleo neto genera, muy por delante de los todopoderosos sectores de la hostería y la industria.
Los expertos apuntan que si hay un indicador que refleja con nitidez el crecimiento de cualquier sector es el empleo. Y los datos de afiliación a la Seguridad Social, el mejor termómetro para medir la ocupación, reflejan que en el último año el número de cotizantes ha crecido en la construcción por encima del 6%, más del doble de lo que aumenta la ocupación en el resto de los sectores productivos de la provincia.
Pero, ¿a cuántos trabajadores emplea hoy la construcción en Castellón? Los datos que maneja el Ministerio de Trabajo revelan que el ladrillo ya da empleo a 15.087 profesionales (datos al cierre del mes de septiembre), 729 más que hace justo un año. O dicho de otra manera: cada día las empresas del sector crean dos empleos netos, 60 al mes. De esos algo más de 15.000 trabajadores, casi el 67% son asalariados (10.082), mientras que 1.891 son trabajadores autónomos.
EL SECTOR QUE MÁS CRECE
La construcción vuelve a tirar del mercado laboral y, además, ya es el sector que más crece. Así, mientras que el empleo ha aumentado un 6,5% en los últimos doce meses, en la hostelería lo ha hecho un 3,3%, mientras que en la industria o el comercio el aumento ha sido un 1,6% y un 1,7%, respectivamente. Solo el transporte parece que le hace sombra, con un incremento del 5,6%..
Pero el empleo en la construcción no solo crece en Castellón. A nivel nacional, el sector también mantiene una tendencia de generación de empleo positiva y roza los 1,3 millones de ocupados (137.000 en la Comunitat Valenciana), según un informe de la empresa de recursos humanos Randstand. «Además va a seguir siendo no solo un empleador en buena forma, sino también y junto al turismo, uno de los principales estímulos del mercado laboral español», asegura Luis Pérez, director de relaciones institucionales de Randstad.
José Luis Domingo, secretario de la Asociación Provincial de Instaladores Eléctricos, también constata la reactivación del empleo y la actividad en su sector, aunque avisa que en los últimos meses se ha ralentizado. «Parece que hay proyectos que se están retrasando y la alegría ya no la misma que hace un año», describe.
SIGUEN FALTANDO ALBAÑILES
Una parte importante de las empresas de la construcción se enfrentan ahora a un grave problema: la falta de trabajadores. No es algo nuevo (lo llevan arrastrando desde hace más de un año), pero el déficit sigue sin solucionarse. Llevamos un mes y medio buscando oficiales de primera y encargados de obra y no hay manera. Nos llegan muy pocos currículos», admite la responsable de una empresa del ramo de Castelló.
En la provincia siguen faltando albañiles y la explicación hay que buscarla en que ya no es un sector que atrae a los jóvenes, tal y como sucedía antes de la crisis. Además, un 25% de los afiliados a la construcción en pleno boom eran inmigrantes y muchos se marcharon o bien a sus países o bien a otros territorios de Europa. Del resto, quienes contaban con la mejor cualificación eran los más veteranos que 10 años después se han jubilado o están a punto de hacerlo. Y los profesionales de entre 35 y 55 años que hace doce años perdieron su empleo en el sector, la mayoría se han recolocado en otras actividades y se muestran reacios a volver a un trabajo duro y que nunca ha estado valorado socialmente.
