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Los conceptos que mide el sistema de certificación WELL, que son de aplicación para cualquier tipología constructiva, excepto residencial unifamiliar, pueden contribuir a mejorar la habitabilidad de los bloques de viviendas y de sus residentes durante el confinamiento.
En España existen 50.000 hogares que tienen menos de 30 metros cuadrados y más de medio millón con una extensión de entre 30 y 45 metros cuadrados, según el INE. “Una realidad que debido al confinamiento está siendo especialmente dura para miles de familias que, además de compartir pequeñas estancias, sufren la falta de luz natural, la mala ventilación y las humedades propias de este tipo de viviendas antiguas situadas en el centro de las capitales”, explica Oscar del Rio, director General de Knauf Insulation Iberia, compañía comprometida con la sostenibilidad y la salubridad de los edificios y las viviendas.
Para Knauf Insulation la calidad del aire, el agua, la alimentación, la iluminación, el movimiento, el confort térmico, el sonido, los materiales, la comunidad y el bienestar emocional son conceptos que, siguiendo la filosofía del sistema de certificación WELL, el único centrado en la salud y el confort de los usuarios, pueden contribuir a mejorar la habitabilidad de los hogares y de sus residentes durante el confinamiento.
“La filosofía de WELL -de aplicación a cualquier tipología constructiva excepto residencial unifamiliar- gana importancia en estos momentos complicados que estamos viviendo. Por ello es esencial que apliquemos en nuestro día a día aquellas medidas que están en nuestra mano para que esta situación no afecte a nuestra salud y a nuestro bienestar: ventilar en abundancia, ponernos al sol, contar, a poder ser, con una zona de trabajo diferenciada, etcétera”, piensa Bieito Silva, responsable de la certificación WELL en España.
Desde Knauf Insulation se aconseja aplicar en los hogares los conceptos que defiende WELL con las siguientes recomendaciones:
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Mantener una temperatura adecuada en el interior de la vivienda. Aunque cada uno puede sentirse más o menos cómodo con una u otra temperatura en función del sexo, edad, condición física, e incluso la vestimenta, es recomendable establecer una temperatura media de 21 grados.El confort interior también se mide según el tipo de estancia, siendo aconsejable mantener una temperatura de entre 18 y 22 grados en los dormitorios y entre 20 y 24 grados en la sala de estar y cocina, por ser las estancias más habitadas durante el día.
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Usar correctamente las persianas. Es importante para nuestro propio bienestar aprovechar la luz natural y el calor del sol por lo que se deben abrir las persianas, aunque por la noche las cerremos para evitar pérdidas térmicas desde el interior de la vivienda.
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Sellar los marcos de las ventanas. Una de las mayores fuentes de pérdidas de temperatura son las infiltraciones y ex filtraciones de aire a través de las carpinterías mal selladas. Mediante una cita sellante se pueden cerrar los perímetros de éstas. No será tan estético, pero será muy eficaz.
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Ventilar la vivienda. Es necesario contribuir a una mejora de la calidad del aire interior ventilando dos o tres veces al día, durante al menos 15 o 20 minutos, el interior de las distintas estancias. Y es que el uso continuado de productos de limpieza y desinfección recomendados por las autoridades sanitarias y la concentración de personas en espacios cerrados hacen cargar el ambiente.
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Gestionar eficazmente los residuos. Se aconseja realizar una gestión adecuada de los residuos que se generen en la vivienda, según el protocolo establecido por las autoridades sanitarias, cuando haya personas afectadas por el coronavirus.
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Realizar un consumo responsable de agua. Aunque durante el confinamiento se recomienda un correcto aseo de las zonas expuestas, es necesario optimizar el agua, optando preferiblemente por ducharse y no darse un baño. Asimismo, es importante no dejar correr el agua durante el enjabonado o mientras se realiza el lavado de dientes. También es aconsejable utilizar la lavadora o el lavavajillas cuando estén completamente llenos y no tirar desperdicios o papeles en el WC para evitar descargas innecesarias.
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Fomentar la actividad física y mental. Es interesante definir estrategias para fomentar el ejercicio y la mente, tan importantes para nuestro bienestar. Si no se dispone de máquinas de aeróbico, es vital realizar una tabla de ejercicios corporales. También es recomendable crear espacios de relajación para favorecer el equilibrio.
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Seguir una dieta saludable. Los hábitos alimenticios saludables ayudarán a los miembros de la familia a sobrellevar mejor la cuarentena. Nutrición y salud están íntimamente relacionadas, por lo que una mala alimentación siempre es un factor de riesgo, especialmente para personas sedentarias.
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Buscar el contacto con la naturaleza. La necesidad que tenemos de estar en conexión con la naturaleza es difícil de conseguir estando confinados en las viviendas, pero existen claras opciones para impulsar este contacto, por ejemplo creando un pequeño huerto en la terraza o un jardín de interior.
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Crear comunidad. Apoyar el bienestar social y la salud de las personas que viven en una comunidad de propietarios es fundamental en estos momentos. Por eso es importante contribuir a una comunidad inclusiva en donde la solidaridad con los vecinos de avanzada edad o dependientes tenga un especial protagonismo durante el confinamiento.