fbpx
jueves, 21 noviembre 2024

Área Privada AD'IP

spot_img
spot_img

Entrevista a Víctor Manuel Rejón Orellana – Revista AD’IP N.º 49

REVISTA AD’IP N.º49 – SEPTIEMBRE – OCTUBRE 2022 

SECCIÓN INTERESA AL PROFESIONAL – LA ADECUADA FORMACIÓN DE UN PROFESIONAL INSTALADOR

Víctor Manuel Rejón Orellana

Delineante Proyectista | Arquitecto Técnico | Ingeniero de Edificación | Project Management Professional | Docente de Formación para el Empleo

REVISTA-AD'IP-48-Entrevista-Víctor-Manuel-Rejón-Orellana-800x800

“Es necesaria una revisión y actualización con carácter periódica de los contenidos didácticos, de tal forma que integren y desarrollen, de manera más extensa y rigurosa, los diferentes materiales y soluciones constructivas”

Desde la renovada responsabilidad de representación sectorial, ante un nuevo refuerzo de la propia estructura de la Asociación y frente a los nuevos retos que se le plantean a la Profesión, AD’IP Asociación Española asume la importancia de la formación continua de los trabajadores en activo, el reciclaje y actualización de los conocimientos en base a una experiencia y/o formación adquirida, y el relevo generacional y nueva incorporación de Profesionales al sector.
Es importante no olvidar, y tener muy presente, que son las Empresas Instaladoras las que asumen la contratación de los nuevos trabajadores, la responsabilidad de responder en la calidad y profesionalidad del acabado de los trabajos, y quienes mejor conocen su Profesión y el tipo de Formación que se precisa. No se puede reglar ni desarrollar unas unidades formativas, una estructura de cualificación y formación de nuevos profesionales sin contar con la participación de las empresas que demandan, precisan y contratan a esa mano de obra, y que son las que coordinan y desarrollan esos trabajos para los que hace falta esa mano de obra cualificada.

ATEDY-Se-Necesitan-Trabajadores-PYLEn el pasado mes de Septiembre, ATEDY – Sección de Placa de Yeso Laminado, publicaba una noticia en la que se reflejaba la necesidad de incorporar a nuevos Instaladores y, concretamente, cifraba esta necesidad en 15.000 nuevos Instaladores. Quienes primero perciben y son conscientes de esta falta de Instaladores, de personal cualificado para poder llevar a cabo los trabajos que se precisan, son la Empresas. Quienes tienen mayor interés por contratar a nuevos Instaladores que tengan una adecuada formación inicial, o cuando menos una clara iniciativa por aprender y formarse, son las Empresas. Quienes van a tener que invertir en tiempo y en dinero para dotar de la experiencia y la formación que solo se obtiene en la obra a los nuevos Instaladores son las Empresas.
Desde AD’IP Asociación Española se viene manteniendo una línea de trabajo activa ante la adecuada Formación de nuevos trabajadores, con hechos y con trabajo en una línea efectiva y dentro de objetivos asumibles. En Diciembre de 2020 se sellaba la adhesión de la Asociación a la Alianza para la FP Dual, desde la que se han ido manteniendo reuniones y planteando todos los obstáculos que se observan para poder realizar una adecuada formación reglada con participación dual en los Centros y en la Obra. En la misma línea, y desde los espacios en los que participa y organiza AD’IP Asociación Española, se han puesto en marcha iniciativas para favorecer esta Formación, el Reconocimiento de la Experiencia Profesional y la Formación continua. En FERIAD’IP 2020+1, en su primera edición en las instalaciones de la Institución Ferial de Badajoz, IFEBA, ya se contó con la amplia representación de la Consejería de Educación y Empleo de la Junta de Extremadura, con los Centros Educativos con ciclos formativos de Formación Profesional de las familias profesionales de Edificación y Obra Civil, Escuelas Profesionales Duales de Empleo y el Instituto Extremeño de las Cualificaciones y las Acreditaciones (IECA). A ellos se unieron la presencia de otros Centros de España, concretamente de Málaga y Zaragoza. Los objetivos principales de su presencia en FERIAD’IP estuvieron centrados en la divulgación e información de la oferta formativa de estas familias profesionales, impulsar la profesionalización del sector recordando que actualmente cuenta con una importante demanda de profesionales en el mercado laboral, e intentar acercar la educación a la realidad del entorno laboral, conectando a estudiantes y al profesorado con el tejido productivo más representativo de este sector, al igual que potenciar el interés por la familia profesional de la Edificación y la Obra Civil en la región.
Este mismo empeño se ha puesto en práctica nuevamente por parte de la Organización de FERIAD’IP Edición 2022, incorporando la máxima representación de este área educativa en Euskadi. Una iniciativa que, además de ofrecer una clara visión del gran trabajo que se realiza desde la Formación Profesional, en este caso desde Euskadi, ha servido para acercar toda la innovación y actualidad de las soluciones del sector y ayudará a dar más visibilidad de las Skills en este Perfil Profesional, algo que desde AD’IP Asociación Española se persigue ayudar también a reactivar. El Ministerio de Educación y Formación Profesional organiza y promueve competiciones de destrezas (Skills) que constituyen un valioso instrumento divulgativo de la Formación Profesional y un medio para estimular a estudiantes, profesorado y empresas, además de una plataforma de intercambio y un foro de debate sobre de la evolución de los estándares profesionales, la calidad y la innovación en los diferentes sectores productivos. FERIAD’IP pretende ser una prolongación de la Asociación en esa misión y objetivo, el de ser una herramienta de unión de todo el sector y un enlace con la Formación de los nuevos Profesionales y la Profesionalización del sector, favoreciendo la formación continua en este caso de Instaladores y Docentes/Formadores.
REVISTA-AD'IP-47-ACREDITACIÓN-DE-COMPETENCIASDentro de otro espacio de divulgación de la Asociación, tanto en su versión impresa como digital, desde las publicaciones de la Revista AD’IP se aporta también en este sentido avances de opinión, formación y mejora del conocimiento de conceptos y nuevas medidas. Como ejemplo de ello, en la última publicación de la Revista AD’IP de 2021 se exponía además una amplia y completa información relativa a la Acreditación de Competencias, de la mano del Director Técnico del Instituto Extremeño de las Cualificaciones y Acreditaciones, José Antonio Quintas Monroy.
Siguiendo en ese empeño por trasladar la realidad que se vive en el sector en cuanto a la Formación y las necesidades presentes y del día a día de las empresas Instaladoras, se tiene el privilegio de poder contar con profesionales que aportan su experiencia y conocimiento para seguir mejorando y aprendiendo, incorporando nuevos puntos de vista y posibles nuevas colaboraciones con la Asociación, en esa responsabilidad de poder sumar. Este es el caso de Víctor Manuel Rejón Orellana, un experimentado Técnico de la Construcción y Docente de Formación para el Empleo que precisamente acaba de terminar de impartir en Jerez de la Frontera, Cádiz, entre otros, un Certificado de Profesionalidad de “Instalación de Placa de Yeso Laminado y Falsos Techos”.

VÍCTOR-MANUEL-REJÓN-ORELLANA

Cuando revisamos su amplio perfil profesional percibimos que nos encontramos ante un técnico que ha pisado mucho barro en obra, que también atesora muchas horas de trabajo en estudio y al que su inquietud continua por especializarse y formarse, y su propia exigencia como profesional, le han llevado a enriquecerse formando a su vez a nuevos profesionales ¿Cómo se definiría usted mismo profesionalmente?
Cuando me piden que “me defina” siempre suelo decir que soy “calderero, sastre, soldado y espía”, emulando a la novela de John Le Carré del mismo título. Suelo definirme así… pues los derroteros que te depara la vida me han ido llevando por una formación diversa y larga que ha ido forjándome como profesional dentro del mundo de la arquitectura y la edificación, intentando cubrir siempre mis inquietudes profesionales y mi aspiración de mejorar y superarme como profesional.
Empecé estudiando delineación en el año 1978, cursando los cinco años de lo que, por aquel entonces, se llamaba FP1 y FP2. Después de realizar el servicio militar decidí continuar mis estudios en la Escuela de Arquitectura Técnica de Sevilla, allá por el año 1986-1989, poniéndome a trabajar de forma inmediata como jefe de obra (estrenándome precisamente con la ejecución de la última gran ampliación de General Motors en Puerto Real, que fue NDH Europa). Pasé unos cuatro años, aproximadamente, trabajando en un par de empresas constructoras hasta la llegada de la crisis de 1992, tras la Expo de Sevilla. Desde entonces ejerzo la profesión como profesional liberal, con el apoyo incondicional e inestimable de mi esposa Ángeles, sin cuya ayuda no hubiese sido posible encontrar esos espacios para mi formación continuada en el tiempo y a la que le estaré eternamente agradecido.
En 2005, y en plena burbuja inmobiliaria, seguido por esa vocación, me matriculo en la Escuela Superior de Arquitectura de Sevilla. Aventura que tuve que dejar pronto, debido a la gran carga de trabajo que desarrollaba en esas fechas.
Posteriormente, y con la entrada del Plan Bolonia, alcancé los 60 créditos necesarios para obtener el Grado de Ingeniero de Edificación, actual grado en Edificación, nombre que cada vez creo que es más inespecífico y descontextualizado.
Obtuve posteriormente, y para no extenderme mucho más, también la certificación como Project Management Professional.

“… trabajar con ellos me ha permitido adquirir una sensibilidad especial en el entendimiento del espacio arquitectónico y a desarrollar mi trabajo enfocado siempre a la excelencia profesional”

Tras haber tenido la experiencia como docente durante el año 2001 impartiendo cursos para formación de oficiales de albañilería, en el centro “El Zagal” del Excmo. Ayuntamiento de Jerez de la Frontera, siempre he tenido presente esa parcela de formador, que se ha ido consolidando al conseguir el Certificado de Profesionalidad de Docente de Formación Profesional para el Empleo, actividad que desempeño conjuntamente en la actualidad con la de profesional liberal y que me aporta una gran satisfacción personal.

Para mí es importante señalar que en este recorrido profesional he tenido la oportunidad de colaborar con numerosos arquitectos, especialmente con Fernando Visedo Manzanares, Carmen Navarro Ordoñez y José Luis Suárez Cantero, entre otros, con los que el concepto de arquitectura se lleva al más alto nivel de pensamiento crítico, lo que ha llevado a emplearme a fondo en todo momento en mi desempeño como técnico. Vaya desde estas páginas mi agradecimiento por ello, ya que trabajar con ellos me ha permitido adquirir una sensibilidad especial en el entendimiento del espacio arquitectónico y a desarrollar mi trabajo enfocado siempre a la excelencia profesional.
En cuanto a los perfiles técnicos que nos ha mencionado y desde el prisma más mundano de lo que implican ¿Podría describirnos cuáles son las funciones o responsabilidades relacionadas de esos perfiles técnicos en la edificación, como Arquitecto, Arquitecto Técnico o Aparejador, Ingeniero de edificación, Delineante Proyectista o Project Management Professional?

Lo Pues celebro que me haga esta pregunta pues me viene al dedillo para definir lo que no es un Aparejador, Arquitecto Técnico o Ingeniero de Edificación respecto a lo que es un Arquitecto.
Esto viene a colación de una definición que hace unos años oí decir a un afamado arquitecto nacional, que adquirió mucho reconocimiento a raíz de un proyecto de una vivienda unifamiliar aislada que realizó en Zahara de los Atunes, en la provincia de Cádiz, si no recuerdo mal. Queriendo destacar la importancia que tiene un Arquitecto Técnico dentro del proceso constructivo vino a decir que “un buen Arquitecto Técnico es a un Arquitecto, lo que una buena enfermera es a su médico”, lo que desde mi punto de vista es una desacertada comparación. Los Arquitectos Técnicos (siguiendo con el símil de la medicina) no somos enfermeras, somos “cirujanos”. Intervenimos en el propio desarrollo del proyecto aportando soluciones constructivas, desmembramos el proyecto para su estudio y análisis anticipándonos al proceso constructivo, en evitación de errores, improvisaciones e incrementos de costes y plazos de ejecución. Somos los Directores de Ejecución, damos órdenes precisas, controlamos el proceso constructivo, la calidad, los costes y plazo de ejecución. Además, también solemos realizar los Estudios de Seguridad y Salud, así como la Coordinación de la Seguridad y Salud durante la ejecución de los trabajos. Por todo ello, y desde el ámbito de la profesión liberal a la que me dedico, considero que el Arquitecto Técnico es un cirujano que maneja de forma diestra el bisturí en la mesa de operaciones y sobre el que recae la responsabilidad de llevar con éxito la consecución de los trabajos para conseguir los objetivos macados y llevar la obras a buen fin.
Vaya desde aquí mi reconocimiento y admiración a las enfermeras por la encomiable labor que realizan y el enorme esfuerzo, dignidad y amor al prójimo que han demostrado durante el transcurso de esta pandemia que nos lleva azotando desde diciembre de 2019.
¡Qué decir de los delineantes! Entrañable profesión de suma importancia dentro del organigrama de un estudio de arquitectura, que ha ido evolucionando mucho, viéndose un poco relegada debido al avance tecnológico. La importancia de un buen delineante es crucial, pues más allá del manejo con soltura de un programa de dibujo y diseño, ha de ser un buen conocedor de materiales y procesos constructivos que le permitan desarrollar el proyecto a partir de las ideas del arquitecto. Lejos quedan ya esos tableros de dibujo donde el delineante, con el uso de escuadra y cartabón o tecnígrafo, se dedicaba a realizar los dibujos que iban a formar parte del proyecto correspondiente. Quiero dedicar desde estas líneas un pequeño homenaje a la figura del delineante de antaño, verdadero artista y maestro en el manejo de las herramientas de dibujo, entre los que se encontraba mi querido y añorado padre.
En cuanto a la figura y funciones Project Management Professional, se puede definir como la “batuta de todo proyecto, el director de orquesta” (entendiendo como proyecto un esfuerzo finito acotado en el tiempo que se lleva a cabo para crear un producto, servicio o resultado único). Es el encargado de definir, planificar, establecer objetivos, supervisar tareas, implementar cambios, todo ello mediante el conocimiento y desarrollo de más de 40 procesos productivos dentro de las cinco áreas de conocimiento.
Es una figura muy considerada en el mundo anglosajón, hasta tal punto que, por el mero hecho de que un profesional sea además Project Management Professional certificado, disfruta de un salario mayor de otro que no lo sea. En nuestro país el Project Management no tiene tanta implantación, aunque cada vez son más las empresas que lo demandan, principalmente empresas internacionales que se establecen aquí.
Es de vital importancia que el Project esté certificado como tal por una entidad de prestigio, como por ejemplo el Project Management Institute, para así garantizar que el profesional tiene los conocimientos necesarios para desarrollar los procesos productivos, cuenta con las habilidades necesarias y conoce el uso de las diferentes herramientas para llevar a cabo con éxito su función.

“… creo que todos podemos coincidir en que vivimos en un momento en el que cada vez se elevan más las exigencias y requisitos a cumplir”

En la primera respuesta que nos ha dado, al pedirle que se defina profesionalmente, se puede constatar sin duda esa inquietud por mejorar, unida también a una autoexigencia y, a la vez, acompañada de ese agradecimiento de apoyo que nos mencionaba, tanto en el ámbito personal como con esos profesionales de los que ha podido aprender “el seguir desarrollando su trabajo enfocado a esa excelencia profesional”. ¿Cómo ve esa exigencia de mejora en el marco actual del sector de la edificación de los profesionales que intervienen en él?
En lo que respecta al sector de la edificación, y creo que más allá de lo que podía ser un punto de vista personal, creo que todos podemos coincidir en que vivimos en un momento en el que cada vez se elevan más las exigencias y requisitos a cumplir. Y llegamos a ello principalmente por una regulación cada vez más estricta, numerosa y exigente, en parámetros de cumplimiento normativo y de calidad, a lo que hay que sumar la continua aparición de nuevos materiales y soluciones constructivas en continuo desarrollo, así como el uso de las nuevas tecnologías aplicadas al sector Edificatorio. Sin duda, todo ello obliga hoy en día a una especialización de alto nivel y muy demandada, lo que además propicia la creación de multitud de nichos que, de igual forma, se desglosan en micro nichos más especializados si cabe.
Esto nos llevaría entonces quizá a una nueva cuestión que resolver, y a la que sin duda ahora tenemos que dar respuesta, ¿Y cómo se consigue esta verdadera especialización dentro de nuestro sector? Pues formando a profesionales acordes con las actuales y futuras exigencias requeridas. Este es algo sumamente importante que hemos de tener en cuenta para conseguir dichos objetivos y que está basado en una formación ENFOCADA A LA EXCELENCIA PROFESIONAL.

“… la formación es clave para conseguir profesionales con un alto nivel de cualificación frente al objetivo de obtener los más altos estándares de calidad posible, tanto en acabados como en términos de eficiencia energética”

En ese nivel de actual exigencia en la edificación y en su futuro próximo, ¿Cómo ve esa evolución relacionada con la formación de nuevos profesionales?

Me parece que este es un punto de vital importancia para poder hacer frente a este momento que estamos viviendo, la adecuada cualificación de unos profesionales que tienen que afrontar estos nuevos retos de la edificación.
Como usted bien conoce, la Unión Europea ha establecido unos fondos denominados “Next Generation EU” Mecanismo de Recuperación y Resiliencia, un instrumento temporal destinado a la recuperación económica, tras la grave pandemia que hemos sufrido y de la que aún no hemos terminado de salir. De estos fondos, se han destinado a nuestro país la cantidad nada despreciable de 3.420 millones de euros de ayudas a la rehabilitación de edificios residenciales, con marcado carácter energético, para conseguir mejores edificios y, en definitiva, mejores condiciones de vida en cuanto a confort, consumo y salud.
Esta es una cuestión de suma importancia dentro del proceso de la edificación en general, que va a demandar la utilización de soluciones constructivas muy eficientes y eficaces, con un desarrollo en I+D de nuevos materiales destinados a incrementar la eficiencia energética de la envolvente, creación de infraestructuras que permitan acometer las obras y su desarrollo de manera programada, al objeto de cumplir los tiempos planificados (no olvidemos que estas ayudas y su implementación están acotadas en el tiempo).
Esto implica la intervención de numerosos profesionales que, como antes comentaba, estén especializados en nichos concretos para el desarrollo de trabajos específicos.
Dentro de todo este contexto, la formación es clave para conseguir profesionales con un alto nivel de cualificación frente al objetivo de obtener los más altos estándares de calidad posible, tanto en acabados como en términos de eficiencia energética.
Es fundamental el acompañamiento e implicación de todos los actores del sector para trabajar en una misma línea de especialización y de formación adecuada. La formación es muy importante que esté ligada a la realidad de la exigencia profesional.

 

“… no se aprende a nadar o a guiar un coche de caballos leyendo solo libros”

Los que llevamos toda una vida en torno al ámbito de trabajo de una obra destacamos algo muy importante que no se suele enseñar o que es difícil trasmitir desde un aula de formación, como es “el saber estar en una obra”. ¿Cómo fue para usted ese primer paso de acabar los estudios y verse con los pies llenos de cemento? Unido a esa primera experiencia propia ¿Cómo valora la importancia de que el proyectista y el técnico mantengan un contacto directo con la realidad de la obra más allá del propio estudio, como cualquier otro actor profesional dentro de este sector?

Bueno, yo tuve la enorme fortuna de incorporarme al entorno laboral allá por el año 1989. Fechas previas a celebración de la EXPO 92 con sede en Sevilla y que llevó a Andalucía a lo que se denominó como “la segunda modernización” con multitud de proyectos en pleno desarrollo tanto residencial, de infraestructuras, de obra civil, etc.
En aquella fecha hacía falta mucha mano de obra, existiendo mucha dificultad para encontrar algunos oficios, como por ejemplo los gruistas, convirtiéndose esta circunstancia en una verdadera pesadilla para las empresas constructoras que tenían muchas dificultades para poder llevar a cabo la ejecución de las obras, dado que prácticamente el grueso de los oficios se encontraban trabajado en la EXPO.
Los Arquitectos Técnicos estábamos muy demandados y mi incorporación al mercado laboral fue inmediata, estrenándome, como ya he indicado anteriormente, con la última gran ampliación que se realizó en General Motors en Puerto Real (Cádiz) para NDH EUROPE.
¡Mi primera obra como jefe de obras y con 60 trabajadores a mi cargo! Como se puede imaginar ahí aprendes o aprendes y además a marchas forzadas. Y lo cierto es que, con el tiempo, realmente te das cuenta que no se termina nunca de aprender.
El bagaje a pie de obra antes de dedicarte a la profesión liberal, y por ende a la Dirección, es imprescindible, pues te da el conocimiento necesario para poder dirigir las obras de manera sensata y con criterio. Con ello adquieres una visión muy clara de los problemas reales que coexisten en las obras, los tiempos de ejecución y, algo muy importante si te vas a dedicar a la Dirección de Obra, que es el anticiparte a los posibles problemas que pudieran generarse en la misma.
Todo ello me ha sido de mucha utilidad a la hora de dedicarme a la Dirección de Obra, especialmente a la ejecución de edificios singulares y a la rehabilitación del patrimonio histórico, en la que llevo ya treinta y un años de profesión.
Concretando en una frase la respuesta a su segunda pregunta, “no se aprende a nadar o a guiar un coche de caballos leyendo solo libros”.
En relación a esa formación de nuevos profesionales y ligada a esa exigencia profesional, destacando ese aspecto de formador dentro de su amplia experiencia laboral ¿Cómo cree que se debería de abordar esa formación?

Como bien conocen desde la Asociación, el INCUAL (Instituto Nacional de Cualificaciones) es el órgano que establece el catálogo de cualificaciones profesionales, regulados por el Real Decreto 34/2008 de 18 de enero. Los Certificados de Profesionalidad comprenden las acciones formativas dirigidas a la adquisición y mejora de las competencias y Cualificaciones Profesionales. Por tanto, entre otras finalidades, estos certificados acreditan las unidades de competencia que lo conforman o su cualificación profesional, una vez hayan sido superadas con éxito dichas unidades de competencia. Su obtención contribuye a la calidad de la formación profesional para el empleo, cualidad muy importante de cara a profesionalizar los oficios para la obtención de productos finales con la calidad que hoy en día se requiere.
El catálogo es bastante extenso y dentro del proceso edificatorio son numerosas las ofertas existentes.
Estos certificados se dividen en tres niveles que van desde el nivel 1 al nivel 3, que es el nivel máximo que puede obtenerse y que equivaldría a un grado superior de Formación Profesional.
Dentro de mi experiencia profesional a la que hacía referencia en su pregunta, precisamente acabo de terminar de impartir la parte teórica de dos cursos de nivel 2. Unos de pintura industrial para la construcción y otro que tiene que ver mucho con el Perfil del Instalador que representa AD’IP Asociación Española, como ha sido el certificado de profesionalidad EOCJ0110 – “Instalación de Placa de Yeso Laminado y Falsos Techos”, por lo que tengo bastante cercano y con conocimiento de primera mano la documentación de que dispone el formador, el perfil del alumno, la estructura de la formación que se está impartiendo…
Aunque suelen ser certificados cuya finalidad final es principalmente práctica, lo cierto es que deben tener un sólida base teórica, desde mi punto de vista, que permita al alumno alcanzar el conocimiento necesario para poder desarrollar de manera eficiente las técnicas concretas encaminadas a implementar las mejores soluciones constructivas desde el conocimiento de éstas, de la diversidad de materiales existentes, uso de herramientas, medios auxiliares etc. Es obvio entender que la eficacia en el desarrollo de la ejecución se adquiere con la práctica posterior.
He podido observar en los diferentes cursos que he impartido, en cuanto a contenido teórico se refiere que, con carácter general, los manuales que desarrollan la materia a impartir de las diferentes unidades didácticas suelen estar desactualizados. Hacen referencia y se basan en normas que ya están obsoletas o han sido sustituidas por otras, no profundizan en los diferentes tipos de materiales y adolecen de un mayor desarrollo en las diferentes soluciones constructivas, limitándose a mostrar las soluciones básicas (sota, caballo y rey). He podido observar igualmente que entre los manuales de las distintas unidades formativas, e incluso entre los diferentes módulos formativos, hay mucha reiteración en los contenidos, lo que se traduce en poco avance o contenido real efectivo referido al objeto concreto de la unidad formativa, circunstancia que detectan los propios alumnos traduciéndose en desinterés y falta de motivación. Quiero dejar claro que estas observaciones las hago desde el respeto y con un marcado carácter constructivo, al objeto de poder establecer una visión más clarificadora y enfocada, como dije anteriormente, hacia la excelencia profesional.
Dicho esto, creo que es necesaria una revisión y actualización con carácter periódica de los contenidos didácticos, de tal forma que integren y desarrollen de manera más extensa y rigurosa los diferentes materiales y soluciones constructivas relacionadas con la formación a impartir, sin perder de vista el desarrollo de nuevos materiales así como el uso de las nuevas tecnologías aplicadas al desempeño del oficio en cuestión.
La buena labor del docente también es primordial. Ha de saber mantener el interés, motivar y, en cierta medida, educar y hacer entender lo importante de la labor que van a desempeñar cuando desarrollen su actividad profesional. Personalmente, como discurso de introducción al comenzar el curso, suelo indicarles la necesidad de ser relojeros, es decir, intentar realizar nuestro trabajo con la precisión de un relojero para obtener el mejor resultado final.

“El contar con soluciones más técnicas y ensayadas, el poder contar con sistemas que facilitan la incorporación de nuevos productos y desarrollos es una gran ventaja y garantía.”

Dentro de la actual edificación de la que estamos hablando ¿Qué papel cree que ocupa el perfil profesional que representa AD’IP Asociación Española, concretamente en lo que respecta a la construcción seca y la mejora del aislamiento?

Creo que los sistemas de construcción seca tienen una importancia crucial dentro del proceso edificatorio. Sin lugar a dudas, y bajo mi punto de vista y experiencia profesional, los sistemas de construcción seca son los que más se adaptan al cumplimiento de las exigencias integradas en el CTE de la edificación, entre otras.
Son sistemas constructivos con soluciones integradas en su conjunto y que funcionan muy bien, sin tener que recurrir a la inventiva o improvisación derivada de la utilización de otros materiales o soluciones más tradicionales y cuyo resultado final, en cuanto a resultados satisfactorios, suele ser en menor o mayor medida imprevisibles.
A buen seguro, van a ser sistemas prioritarios a la hora de establecer soluciones que cumplan los requisitos establecidos y en cuanto ahorro energético para la obtención de las ayudas destinadas a la rehabilitación de edificios mediante los Fondos “Next Generation”. Es además uno de los perfiles profesionales que más han evolucionado en poco tiempo y que han cobrado una gran presencia en todos los ámbitos de la edificación. El contar con soluciones más técnicas y ensayadas, el poder contar con sistemas que facilitan la incorporación de nuevos productos y desarrollos es una gran ventaja y garantía.

 

“Creo que AD’IP Asociación Española tiene una posición relevante dentro del sector que representa como para erigirse como una atalaya desde la que realizar una importante labor en el desarrollo de formación de calidad y que ofrezca ese plus de excelencia respecto a la actual formación”

Desde AD’IP Asociación Española se destaca la importancia de la participación de las empresas instaladoras en la adecuada y continuada formación de los actuales y futuros profesionales, porque nadie mejor que estas empresas, que son las que van a contratarles, conocen las necesidades de este perfil profesional. ¿Qué papel cree que ocupa la Asociación, la representación sectorial de los Instaladores, en esta Formación?

Sin lugar a dudas AD’IP Asociación Española tiene, bajo mi punto de vista y desde la perspectiva reconocida que me consta de todo el sector, un papel y una labor muy importante. Como he podido escucharle y leerle en algunas de sus anteriores entrevistas o participaciones divulgativas como Secretario General de la Asociación, representan a las empresas y a los instaladores que conforman a este perfil profesional, a quienes se les contrata y se les responsabilizan de llevar a cabo estos estos trabajos y, como bien argumenta, son los que mejor conocen las exigencias de capacitación de esos futuros profesionales o de la formación continua de los actuales.
No hay que perder de vista que AD’IP Asociación Española abarca la instalación de Sistemas de Construcción Seca, Falsos Techos, Aislamientos y Revestimientos, suponiendo un amplio campo de actuación dentro de los procesos constructivos, tanto en interiores como en envolventes, y que demanda la actuación de no menos profesionales con un alto grado de especialización dentro de los diferentes procesos.
Antes comentaba que es necesaria una revisión y actualización con carácter periódico de los contenidos didácticos de las formaciones, poniendo como ejemplo el certificado de profesionalidad que recientemente he impartido, y es aquí, en este punto de actualización y revisión, donde entiendo que la Asociación es importante que participe y se le dé su sitio.
Me consta que desde la Asociación se está haciendo un gran esfuerzo por unificar criterios dentro del sector, para desarrollar una nueva norma que pueda unir criterios reconocidos por todos los instaladores que actúan sobre la construcción seca, etc. Incluso en el desarrollo de una
Homologación con un reconocimiento y un distintivo de calidad estatal para empresas instaladoras, evaluadas por un Comité Técnico Independiente, debiendo cumplir las empresas unos requisitos específicos referentes a la profesionalidad en el servicio, conocimiento y aplicación de aspectos técnicos y normativos, además de una solvencia económica y buena ética profesional entre otros, y todo ello desarrollado en colaboración con el Consejo General de la Arquitectura Técnica de España.
Creo que AD’IP Asociación Española tiene una posición relevante dentro del sector que representa como para erigirse como una atalaya desde la que realizar una importante labor en el desarrollo de formación de calidad y que ofrezca ese plus de excelencia respecto a la actual formación, toda vez que cuenta con personal muy cualificado y con experiencia en sus empresas, conocedores del alcance real de los procesos y soluciones constructivas que van más allá del mero montaje de tabiquería, trasdosados y falsos techos.
Sería interesante la creación de una formación de calidad encaminada a la obtención de certificados de profesionalidad que supongan una ampliación del programa nacional de cualificaciones profesionales que existe actualmente y amparadas por la realidad contractual de las empresas y las exigencias profesionales reales del día a día de la obra.
Igualmente creo que sería importante llegar a ser un colaborador necesario con centros reconocidos para la impartición de cursos encaminados a la obtención de esos certificados de profesionalidad.
Es una tarea que para todos los ámbitos laborales y formativos requiere esfuerzo pero que, sin lugar a dudas, contribuye a crear buenos profesionales, obtener productos de mejor calidad y, en definitiva, a crear un mundo mejor.

“El ejercicio liberal de la profesión supone un gran esfuerzo, jornadas interminables, noches en blanco y como no, una familia comprensiva que acepte las vicisitudes del ejercicio profesional”

VÍCTOR-MANUEL-REJÓN-ORELLANA-REVISTA-AD'IP-2Para finalizar esta entrevista y agradeciendo el que hayamos podido contar con su presencia en esta publicación y esperando poder seguir contando con su colaboración, quería compartir con usted la idea de que parece, hoy más que nunca, que el ejercer una profesión liberal condiciona a no ver nunca cerca la jubilación, al igual que al instalador autónomo o al empresario que ya… vamos teniendo una edad. En ese futuro profesional y con las actuales perspectivas ¿Cómo le gustaría poder seguir avanzando profesionalmente?
Como me dijo una vez un compañero al que aprecio “Víctor, los que nos dedicamos a la profesión liberal estamos hechos de otra pasta”. Y ahora diría yo ¡¡Espartanos!! ¿Cuál es vuestro oficio? Jajaja…
Bueno bromas aparte, lo cierto es que no le falta razón. El ejercicio liberal de la profesión supone un gran esfuerzo, jornadas interminables, noches en blanco y como no, una familia comprensiva que acepte las vicisitudes del ejercicio profesional. Además has de poseer cualidades como la profesionalidad, honestidad, transparencia, cercanía, saber comunicar, etc. Todas ellas han de ser percibidas por el cliente que, en definitiva, va a ser quien va a depositar su confianza en nosotros para que llevemos a buen término los trabajos que van a mejorar el resto de sus vidas.
En relación a lo que comenta respecto al tema de la jubilación, es cierto que en estos momentos no me lo planteo ni tampoco me planteo fecha para ello. He trabajado con compañeros y arquitectos que han estado pisando las obras con edades cercanas a los ochenta años y es que “sarna con gusto no pica”. En este sentido no sé qué me deparará el tiempo, pero en estos momentos me siento con ganas y creo que aún me queda mucho recorrido. Tengo ganas de seguir aprendiendo y aportando mis conocimientos, bien dirigiendo obras o bien impartiendo formación.
En definitiva, has de tener una alta vocación y sentido de servicio hacia los demás.
Quería poder añadir, y antes de finalizar este agradable encuentro, el agradecer a AD’IP Asociación Española, a todos los empresarios e instaladores que trabajan por mejorar su perfil profesional, ese tiempo y empeño que propician sus logros y estos espacios divulgativos, y en especial a usted, su Secretario General, por su consideración hacia mi persona y haberme permitido formar parte en este número de la Revista AD’IP, que particularmente creo que es referencia nacional hacia el sector que representa la Asociación, todo lo que engloba la Construcción Seca, Falsos Techos, Aislamientos y Revestimientos, tanto interiores como en la envolvente, que con tanto esfuerzo y mimo ve la luz cada cuatrimestre. Espero, y es mi deseo, que siga siendo así durante muchos años. Muchas gracias.
Fuente: Revista AD’IP N.º 49– Extracto de la Sección Interesa al Profesional – La adecuada formación de un Profesional Instalador – Entrevista realizada y dirigida por Jesús M.ª Sánchez Traverso – Secretario General de AD’IP Asociación Española.






Artículos relacionados

spot_img

últimos artículos