REVISTA AD’IP N.º47 – DICIEMBRE 2021
SECCIÓN INTERESA AL PROFESIONAL – GUÍA PARA LA ELABORACIÓN DEL LIBRO DEL EDIFICIO EXISTENTE
Juan Queipo de Llano Moya
Dr. Arquitecto – Responsable de la Unidad de Calidad en la Construcción – Instituto de Ciencias de la Construcción Eduardo Torroja – CSIC
“Cada uno de los intervinientes ha tenido su visión, pero lo importante es que el resultado ha sido el fruto de la colaboración muy fructífera entre todos”
El presidente del Consejo Superior de los Colegios de Arquitectos de España (CSCAE), Lluís Comerón Graupera, falleció de forma inesperada el 25 de enero de 2022, en fecha posterior a la realización de esta presentación y entrevista. Destacar la gran labor desarrollada en su amplia trayectoria profesional y responsabilidades a la vez que mostrar la profunda tristeza por esta gran pérdida.
El 14 de diciembre se ha presentado la Guía para la elaboración del Libro del Edificio Existente para la rehabilitación, impulsada por la Secretaría General de Agenda Urbana y Vivienda del MITMA, para el desarrollo del Anexo I del Real Decreto 853/2021, de 5 de octubre, por el que se regulan los programas de ayuda en materia de rehabilitación residencial y vivienda social del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, de la Dirección General de Vivienda y Suelo. El documento ha sido elaborado por el Instituto de Ciencias de la Construcción Eduardo Torroja – CSIC, el Consejo General de la Arquitectura Técnica de España y el Consejo Superior de Colegios de Arquitectos de España.
Su presentación se ha llevado a cabo por Ángel Castillo Talavera, Director del Instituto Eduardo Torroja – CSIC, Javier Martín Ramiro, Director General de Vivienda y Suelo del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Lluís Comerón Graupera, Presidente del Consejo Superior de Colegios de Arquitectos de España y Alfredo Sanz Corma, Presidente del Consejo General de la Arquitectura Técnica de España.
Juan Queipo de Llano Moya, Instituto Eduardo Torroja – CSIC ha dado paso en primer lugar a Juan López-Asiaín Martínez, Consejo General de la Arquitectura Técnica de España quien ha realizado su exposición sobre el primer Bloque, Documentación del Edificio y su Estado de Conservación, Manual de uso y Mantenimiento. Juan Queipo de Llano ha presentado la primera parte del segundo Bloque, Potencial de Mejora de las Prestaciones del Edificio, y dio paso nuevamente a Laureano Matas Trenas, Consejo Superior de Colegios de Arquitectos de España, quien presentó finalmente la segunda parte del segundo Bloque, Plan de Actuaciones para la Renovación del Edificio.
Para el mejor conocimiento e información contamos con la participación de uno de los Técnicos que ha tenido gran protagonismo en su elaboración y presentación y que ya participó en una publicación anterior con la Asociación para tratar sobre el Código Técnico de la Edificación.
Juan Queipo de Llano Moya es Dr. Arquitecto y Responsable de la Unidad de Calidad en la Construcción en el Instituto de Ciencias de la Construcción Eduardo Torroja. Ha trabajado en diferentes líneas como son la seguridad de utilización, la accesibilidad, la industrialización o el uso de la madera en construcción. Es director de la revista Informes de la Construcción, editada por el Instituto Eduardo Torroja (CSIC), publicación incluida en el Journal Citation Reports, SCOPUS y otras bases de datos de publicaciones científicas.
-En una anterior participación con esta publicación, la Revista AD’IP N.º 43, con motivo de la aprobación del Real Decreto 732/2019 de Modificación del Código Técnico de la Edificación, nos adelantaba ya según su punto de vista que la apuesta por el sector de la construcción, concretando en la rehabilitación junto con las mejoras necesarias en la calidad de la edificación, eran una clara oportunidad como motor de la reactivación económica. ¿Cómo describiría las distintas situaciones en las que nos podríamos haber encontrado y en la que ahora nos encontramos, en este sentido y en este sector de la construcción, si no hubiera existido la pandemia frente al momento que ahora vivimos?
La crisis debida a la pandemia ha sido muy importante. Tanto es así, que ha generado una respuesta a nivel europeo cuyo objetivo es el de reconstruir las economías de los distintos países miembro, que se han visto muy perjudicadas por el COVID-19. En nuestro país el sector de la construcción ha sufrido mucho a consecuencia de esta crisis y los fondos Next Generation EU van a ser una herramienta importantísima para la reactivación del sector.
Por otro lado, debemos recordar que, aún en un escenario sin pandemia, era ya absolutamente necesario intervenir de forma importante en los edificios existentes si queríamos cumplir con los objetivos del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima, en el marco de la Estrategia a largo plazo para la Rehabilitación Energética en el sector de la Edificación en España (ERESEE). La situación con pandemia es todavía más crítica ya que a esta necesidad, cada día más urgente, se suma la paralización de los últimos años y el golpe que ha sufrido el sector de la construcción.
Por lo tanto, insisto en lo que decía en aquella entrevista, nos encontramos con una oportunidad excepcional que no debemos desaprovechar. Las políticas de reactivación económica dirigidas a la rehabilitación, como sector fundamental en el ámbito de la construcción, coinciden con la necesidad de acometer mejoras en los edificios existentes que nos permitan el cumplimiento de los objetivos de descarbonización del parque inmobiliario.
-El desarrollo de la Guía para la elaboración del Libro del Edificio Existente ha sido un trabajo en equipo y que sobre todo se ha intensificado en las últimas fechas. Pero ¿Qué podría destacar, como la visión singular y la propia perspectiva, de lo que se aporta en este trabajo en equipo por cada área profesional, en lo que han podido ser unas intensas 24 reuniones en los dos últimos años, tanto desde el IETCC-CSIC en el que usted trabaja, desde el CGATE, desde el CSCAE y desde el propio Ministerio o entidades que se pudieron llegar a sumar?
Como bien dice, ha sido un trabajo en equipo. En una primera fase se contaba con un grupo de trabajo algo más numeroso, formado por la Secretaría General de Agenda Urbana y Vivienda del MITMA, el Instituto de Ciencias de la Construcción Eduardo Torroja (IETcc), perteneciente al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), el Consejo General de la Arquitectura Técnica de España (CGATE), el Consejo Superior de los Colegios de Arquitectos de España (CSCAE), la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) y el Green Building Council España, o Consejo para la Edificación Sostenible en España (GBCe). Este grupo generó las primeras ideas sobre el libro y avanzó mucho en las líneas generales de su contenido.
Sin embargo, al acercarse la publicación del Real Decreto que regulaba los programas de ayuda, se consideró que era necesario elaborar una primera guía que ilustrase el índice del libro que iba a publicarse en dicho Real Decreto, para orientar adecuadamente el desarrollo de los programas de ayuda por parte de las Comunidades Autónomas en una misma línea. Para acometer este trabajo a corto plazo se decidió formar un grupo más reducido, pero más ágil, en el que necesariamente debían estar representados los técnicos que redactarán los Libros del Edificio Existente: arquitectos y arquitectos técnicos, el Ministerio como órgano fundamental para dar las pautas de lo que se pretende con el Libro y el Instituto Eduardo Torroja con su componente técnica.
“Si además hay ayudas económicas para ello, se acelerará el proceso, pero las ayudas no pueden ni deben ser el único factor que fomente dichas intervenciones”
Cada uno de los intervinientes ha tenido su visión, pero lo importante es que el resultado ha sido el fruto de la colaboración muy fructífera entre todos. El papel del ministerio ha sido fundamental ya que ha trazado las líneas principales y establecido desde el principio lo que pretende con esta herramienta que contempla en los programas de ayuda. Tanto arquitectos como arquitectos técnicos han aportado la visión desde las profesiones técnicas, ya que desde el principio se ha entendido que los Libros del Edificio Existente deben ser elaborados por técnicos competentes y su desarrollo ha ido dirigido en esta dirección. Finalmente, teniendo en cuenta que uno de los aspectos más importantes del Libro es la evaluación del potencial de mejora de los edificios, el papel del Instituto Eduardo Torroja, que lleva dando apoyo técnico al ministerio desde hace 20 años en el desarrollo del Código Técnico de la Edificación, ha sido fundamental para definir esta cuestión. De hecho, nuestro trabajo en los últimos años se ha enfocado mucho a las intervenciones en edificios existentes.
-De acuerdo con el volumen que se calcula de viviendas en España susceptibles de una rehabilitación para cumplir unos parámetros aceptables de mejora de la habitabilidad y del consumo energético, se sabe que la inversión y subvención proveniente de los fondos europeos no va a ser suficiente. ¿Cómo se contempla seguir avanzando en ello una vez que se agoten esos fondos?
Lo primero que tenemos que considerar es que esta inversión es un primer paso. Tendremos que ir avanzando y la propia evolución del sector y del marco europeo en el que nos movemos irá definiendo la estrategia futura.
Como muy bien explicó Lluís Comerón en su intervención, lo importante es dar un empujón inicial. Una vez iniciado este movimiento del sector, es previsible que tenga un efecto más allá de las intervenciones que se realicen con estos fondos.
En este sentido, el papel del Libro del Edificio, a medida que se implante de forma más generalizada, será vital, ya que su objetivo es precisamente el de informar a los propietarios de la situación de sus edificios y de su potencial de mejora, para que puedan tomar decisiones acerca de las posibles intervenciones que pueden realizar en ellos. Los edificios no se rehabilitan únicamente porque haya fondos, sino porque su estado así lo requiera. Si los propietarios son conscientes de determinadas mejoras que pueden hacer y, sobre todo, están informados de los beneficios que dichas mejoras les reportarían, podrán planificar intervenciones de mejora en sus edificios a corto, medio y largo plazo. Si además hay ayudas económicas para ello, se acelerará el proceso, pero las ayudas no pueden ni deben ser el único factor que fomente dichas intervenciones.
-Alfredo Sanz Corma, Presidente del CGATE, comentaba en su intervención que sería deseable que se pusiera a la gente en el centro de estas acciones y que este mensaje se trasmitiera de forma homogénea; Laureano Matas Trenas, Secretario General del CSCAE, mencionaba que el Libro del Edificio Existente es un libro de carácter facultativo pero que está pensado para el usuario final ¿Cree que en el momento de gran expansión de la información y digitalización en el que vivimos es más necesario que los técnicos puedan llegar más al usuario final para que se pueda valorar mejor la importancia del trabajo que desarrollan y la necesidad de contar siempre con ellos? A través de su experiencia o de la que le pueda haber llegado de otros técnicos ¿Cree que el propietario de una vivienda es consciente de todas las carencias y posibilidades de mejora, porque se sepa valorar esa calidad en la edificación y se conozca, o aún no existe el conocimiento social suficiente en este aspecto?
Puede que algunas carencias de los edificios, sobre todo las que generan incomodidad o evidencian problemas claros (de accesibilidad, salubridad, acústica, etc.) sí sean percibidas por los propietarios, aunque muchas otras les pasarán desapercibidas. Lo que es menos probable es que tengan alguna idea de las posibilidades de mejora, de los costes y envergadura de la obra que conllevaría su eliminación, del orden adecuado en el que sería lógico intervenir y demás cuestiones técnicas. Esto es normal. No es su cometido, y requiere un diagnóstico técnico que está fuera de su alcance. Precisamente este es uno de los problemas que el Libro del Edificio Existente pretende resolver. Es aquí donde el papel de los técnicos, si asumimos este reto con rigor y profesionalidad, podrá ser percibido por la sociedad como un asesoramiento realmente útil y necesario. Para ello, no debemos perder de vista que el objetivo es dotar a los propietarios de información, por lo que es vital que la parte del Libro del Edificio Existente dirigida a los propietarios esté escrita en un lenguaje que no sea demasiado técnico y que incida en explicar las ventajas que las intervenciones planificadas tendrían para ellos.
“A lo largo del proceso de elaboración de la guía se ha procurado considerar todos los tipos de edificación y tener en cuenta estas diferencias para no dejar olvidado a nadie”
Por otro lado, aunque no creo que la digitalización acerque más los propietarios a los técnicos, creo que sí tiene unas grandísimas ventajas en relación con la posibilidad de que esta información acompañe al edificio a lo largo de su vida útil y se actualice y complete con las sucesivas intervenciones que se realicen en el mismo. En el futuro sería deseable que estos datos se pudiesen incorporar en registros, explotables estadísticamente y que permitiesen, no solo su consulta por parte de los interesados, sino que la administración tuviera una imagen clara de la situación global del parque inmobiliario y de su potencial de mejora.
-También finalizaba el Secretario General del CSCAE su intervención comentando que cambia mucho el tipo de vivienda dependiendo de la localización. ¿Cómo podría acercarnos a un análisis global de los distintos tipos viviendas que se dan en relación a esa localización en España y su necesidad de rehabilitación para mejorar en todos los aspectos de calidad comentados?
Los que vivimos en grandes ciudades tendemos a olvidarlo, pero es cierto que la edificación difiere de forma importante al salir de las ciudades. El gran bloque de viviendas habitual en ciudad es una singularidad en la mayoría de los pueblos de reducido tamaño de nuestra geografía, en donde la edificación residencial está formada casi exclusivamente por viviendas unifamiliares o pequeñas agrupaciones de pocas viviendas.
“Una de las partes más importantes del Libro es la evaluación del potencial de mejora y en ella se contemplan todos los requisitos de la edificación, no solo el comportamiento energético”
Cada una de estas tipologías tiene sus propias características, tanto en relación con el tipo de actuaciones posibles como en cuanto a la toma de decisiones. Las comunidades de propietarios pueden asumir generalmente intervenciones de mayor coste, aunque la toma de decisiones se vuelve un tanto más compleja. A lo largo del proceso de elaboración de la guía se ha procurado considerar todos los tipos de edificación y tener en cuenta estas diferencias para no dejar olvidado a nadie.
-Lluís Comerón Graupera, Presidente del CSCAE, planteaba que además de los problemas de aislamiento y ahorro energético, esas viviendas tienen problemas de accesibilidad y otras cuestiones cuya mejora nos permitirían vivir mejor, algo que la pandemia nos ha hecho ver y que tiene mucha importancia de aquí a 10 años en los que tendremos una población mucho más mayor. ¿Cuáles serían esas mejoras concretas que nos podemos encontrar en materia de accesibilidad u otras en esa edificación que serían susceptibles de incorporar en esta línea de mejora y rehabilitación?
La accesibilidad es un aspecto prioritario que debemos considerar en los edificios existentes. Se trata de derechos fundamentales de las personas y así ha sido recogido en los distintos instrumentos que han tratado de resolver los problemas de accesibilidad. Las viviendas en altura en demasiadas ocasiones se convierten en prisiones para las personas que no son capaces de subir o bajar escaleras debido a un problema de movilidad. Es un aspecto clave de calidad de vida de las viviendas. Para resolverlo se han ido planteando diversos instrumentos y cambios legislativos, como los cambios en la Ley de Propiedad Horizontal sobre las Obras de Accesibilidad, el mandato de adecuación de los edificios susceptibles de ajustes razonables o las numerosas ayudas para la instalación de ascensor. Lamentablemente no es la única carencia habitual en el conjunto edificatorio existente. Problemas de transmisiones acústicas, de ventilación insuficiente, de salubridad o incluso determinados riesgos en el uso del edificio o en caso de incendio suelen darse en edificios de cierta antigüedad. Lo que nos preocupa en este momento, en el que se está destinando un monto importante a mejorar la eficiencia energética, es que se realicen obras de intervención desequilibradas, en las que el comportamiento energético mejore de forma significativa, pero se mantengan unas condiciones de habitabilidad, seguridad o accesibilidad claramente deficientes. Desde nuestro punto de vista no tiene sentido resolver solo una parte del problema.
El programa de ayudas del RD 853/2021 es especialmente innovador en relación a esto, pues contempla precisamente que las intervenciones se realicen con un enfoque integral, aunque obviamente siempre tengan que tener un componente energético importante. El Libro del Edificio Existente es precisamente el instrumento que puede ayudar a que las intervenciones contemplan todos estos aspectos. Una de las partes más importantes del Libro es la evaluación del potencial de mejora y en ella se contemplan todos los requisitos de la edificación, no solo el comportamiento energético. Al recibir esta información, los propietarios que decidan intervenir en su edificio, e incluso solicitar ayudas para ello, tendrán una evaluación completa de los aspectos del edificio que puedan mejorar para aumentar su calidad. Estamos convencidos de que este conocimiento mejorará de forma radical las intervenciones que se lleven a cabo.
-Javier Martín Ramiro, Director General de Vivienda y Suelo del MITMA, terminaba su intervención aludiendo a la obligación desde el propio Ministerio a seguir evolucionando, que el Libro del Edificio Existente no sea solo una foto fija, sino que tenga vida propia, tal y como usted nos está comentando ¿Cómo entiende que podrá seguir avanzando este documento, sobre todo en relación al propio mantenimiento del edificio y el uso de la propia información que se comunica sobre el mismo? ¿Cree que la experiencia de los propietarios de las viviendas en las que se hayan llevado a cabo alguna intervención y la de las propias empresas instaladoras que hayan intervenido en las mismas podrían sumar a este importante documento técnico de evaluación e información?
Efectivamente, como usted señala, va en la línea que le comentaba. No debemos caer en el error de considerar al Libro del Edificio Existente como un documento final, y por tanto muerto, sino como un documento vivo. Para conseguirlo, los formatos digitales son mucho más apropiados. Algo así como el historial médico de un paciente, el Libro del Edificio Existente debe contar la historia de las dolencias e intervenciones del edificio, e incorporar a su vez todos los sucesos que se vayan sucediendo a lo largo de su vida.
“Los edificios anteriores a la LOE carecen de Libro del Edificio por lo que es necesario completar en la medida de lo posible ese vacío”
Dentro de esta línea temporal, no solo son importantes las actuaciones en el edificio, que por supuesto que son fundamentales. Las operaciones de mantenimiento y las intervenciones de reparación son otra parte muy relevante, ya que su función es mantener las prestaciones que tenga el edificio en niveles razonables. Deben por tanto incorporarse al Libro, junto con las relaciones de agentes intervinientes, las empresas instaladoras o mantenedoras y el resto de datos de las mismas.
-Al hilo de lo anteriormente comentado, Juan López Asiaín recordaba en su intervención que el Código Técnico de la Edificación incorporó el que los edificios no solo se diseñaran y se construyeran, sino que además se contempla que se usarán y mantendrán adecuadamente. Cuando compramos un coche estamos acostumbrados a que en la documentación que recibimos haya un amplio apartado relativo al mantenimiento. ¿Cómo podría avanzarnos lo que sería una adecuada aportación de esas pautas, el seguimiento del propietario y la supervisión de la propia administración en esta materia? ¿Se puede decir que la actual construcción tiene una vida útil límite o permite realmente una capacidad de adaptación al paso del tiempo con una adecuada conservación como reflejo de esas antiguas construcciones de siglos que a todos se nos viene ahora a la mente y que perduran con el paso del tiempo?
El mandato de la LOE es claro en ese sentido. Es obligación de los propietarios conservar en buen estado la edificación mediante un adecuado uso y mantenimiento. Además, dicha ley define el Libro del Edificio (nuevo, en ese caso), que tiene por objeto recoger toda la documentación del edificio, entre la que se encuentran las instrucciones de uso y mantenimiento. No es casual que el documento del que estamos hablando hoy, el Libro del Edificio Existente, tenga una estructura muy similar (a la que se añade una parte nueva, la evaluación del potencial de mejora y un plan de actuación). Los edificios anteriores a la LOE carecen de Libro del Edificio por lo que es necesario completar en la medida de lo posible ese vacío.
Un adecuado mantenimiento es absolutamente clave para mantener las prestaciones de un edificio. El lógico deterioro con el paso del tiempo debe ser compensado con operaciones de mantenimiento, ocasionalmente operaciones de reparación puntual y en determinados momentos intervenciones de mayor calado que restituyan las prestaciones cuando su deterioro ya no sea subsanable con el mantenimiento o la reparación puntual. Con estrategias de este tipo es cómo podemos asegurar una vida muy larga a nuestros edificios.
-Ángel Castillo Talavera, Director del instituto Eduardo Torroja, al inicio de la presentación de la guía para la elaboración del Libro del Edificio Existente, expresaba que “Es fundamental que el gran avance que vivimos de la industrialización no sea un tsunami que se lleve por delante todo el desarrollo científico, tecnológico, riguroso e indispensable, que precisa en algunos casos de un tiempo de aceptación y de implementación ”¿Cómo describiría la evolución que cree que sufrirán las actuales empresas instaladoras de obra ante este nuevo proceso de industrialización y cuál sería la deseable evolución?
Creo que la industrialización en construcción puede jugar un papel muy importante en el proceso de rehabilitación que se avecina con los fondos europeos, en el cual será necesario acometer muchas intervenciones en plazos que no pueden dilatarse en exceso. Este tipo de soluciones han demostrado ya su eficacia en intervenciones en edificios existentes al reducir considerablemente los tiempos de construcción. Un ejemplo de ello son las soluciones de instalación de ascensor, tan frecuentes hoy en día, que sustituyen una escalera de dos tramos existente por una escalera de un solo tramo y un pasillo. Mediante soluciones industrializadas es posible realizar cada planta en un solo día, permitiendo que los habitantes del edificio puedan incluso seguir viviendo en él durante la obra. Además, la ligereza de soluciones industrializadas puede ser otro punto a su favor, al suponer menores sobrecargas para la estructura del edificio.
“Nos enfrentamos a un volumen significativo de intervenciones en los próximos años en los que la profesionalidad de los aplicadores es un factor importante…”
Obviamente cualquier solución tendrá que cumplir los requisitos de calidad establecidos, pero precisamente estas soluciones disponen de buenos controles de calidad, y se benefician de procesos industriales con una reducción de defectos y una mayor precisión que otras soluciones más tradicionales, lo que redunda en mejores resultados en el acabado final.
Desde el Instituto colaboramos de forma intensa con el sector en los desarrollos científicos y tecnológicos que permitan dar soluciones a los problemas de la edificación.
-El Perfil Profesional de las empresas que representa AD’IP Asociación Española tiene un papel importante en todo este proceso de rehabilitación y usted ya comentó, en relación a la Homologación AD’IP que se está desarrollando con el apoyo del CGATE, que es de vital importancia la profesionalidad de los aplicadores dadas las actuales exigencias y la evolución de los sistemas constructivos. ¿Cree que este nuevo impulso en la adaptación de la edificación existente y la propia evolución hacia la industrialización que antes comentaba, favorecerá también la importancia de un reconocimiento de Empresas Homologadas supervisadas por un Comité Técnico Independiente que garanticen en mayor medida la profesionalidad de su gestión y garantía de ejecución?
Así es. Sigo pensando que en la medida en que las exigencias actuales son mucho mayores, más sensibles a una correcta ejecución, y que los propios sistemas constructivos han evolucionado hacia sistemas más tecnológicos, es de vital importancia que su ejecución se haga correctamente. En este sentido todas las políticas dirigidas a implantar sistemas de mayor calidad y profesionalidad van en buena dirección. Nos enfrentamos a un volumen significativo de intervenciones en los próximos años en los que la profesionalidad de los aplicadores es un factor importante para lograr dar cumplimiento a los estándares de calidad demandados por la sociedad.