REVISTA AD’IP N.º46 – AGOSTO 2021
SECCIÓN ACTUALIDAD –
DISEÑO E INDUSTRIALIZACIÓN EN LA ARQUITECTURA CONTEMPORÁNEA
Joaquín Torres Vérez
Arquitecto – Socio Fundador Estudio A-CERO / A-CERO TECH
“La vida es mucho más que un trabajo maravilloso, pero una buena vida, una vida completa, sin un trabajo que te llene, es una vida incompleta”
Todos los avances profesionales conllevan estudio, trabajo, nuevos desarrollos, atrevimiento, imaginación, compromiso; a veces conllevan incomprensión, otras precisan de encontrar la oportunidad y, en algunas ocasiones, en esas en las que se llega a destacar de forma especial, se requiere también pasión y creer firmemente en lo que uno hace.
Con la edad de 12 años ya recuerda haber descubierto su afición por el arte cuando cursaba sus estudios en el Liceo Francés. De su padre recibe el acercamiento a la música clásica, pintura, escultura y arquitectura. Su viaje con 16 años a Estados Unidos y tener la oportunidad de ver las obras de Frank Lloyd Wright y de Mies Van der Rohe le reafirmarán la idea que complacería más a su padre de estudiar en la Escuela Superior de Arquitectura, en La Coruña (Galicia). Joaquín Torres Vérez inicia pronto su camino profesional como Arquitecto y desde el que podrá desarrollar a su vez sus inquietudes artísticas en pintura y escultura.
En 1996 nace en La Coruña el Estudio A-CERO, desde “cero”, dirigido por Joaquín Torres y Rafael Llamazares e impulsado por el objetivo de satisfacer su forma de entender la arquitectura, una arquitectura moderna inspirada en la visión de grandes arquitectos y diseñadores y en el mundo del arte y la escultura, consiguiendo muy pronto un sello de identidad propia. El alcance de sus proyectos abarca desde la planificación urbana hasta el concepto arquitectónico para la gestión de proyectos, incluyendo todas las fases de los mismos hasta incluso el diseño del mobiliario y la decoración de interiores. La arquitectura de A-CERO se explica por sí misma y pretende ir más allá de la resolución de unas necesidades funcionales en su contexto por medio de la forma y la coherencia constructiva. En cada proyecto trabajan para lograr que su visión de la arquitectura y las necesidades de sus Clientes se hagan realidad. El Estudio A-CERO lo forman un equipo de más de 50 profesionales de la construcción, con un carácter profesional multidisciplinar, que ha ido creciendo de forma proporcional a la actividad desarrollada y al crecimiento de la demanda de sus proyectos, posicionándose como uno de los estudios de arquitectura más fuertes de España, llegando a realizar más de 500.000 m² al año en proyectos nacionales e internacionales.
Tras años de investigación, el estudio A-CERO presentó en el año 2009 A-CERO TECH, un sistema de arquitectura modular industrializada que se basa en las ventajas de una producción controlada en taller, con tiempos mucho más cortos de desarrollo y con mejores resultados en el control de calidad y precio. Con una superficie de más de 20.000 m² y una zona de producción de más de 9.000 m² tienen la capacidad de fabricar un mínimo de 150 viviendas anuales.
25 años después, ese mismo proyecto compartido de aquél Estudio que nació desde “cero”, le acompaña mucha experiencia y aprendizaje en el camino, pero la misma renovada ilusión por seguir creando y “deseando comerse estos próximos años… Y seguir avanzando con su equipo del mejor modo posible”
-En “A-CERO Works 1996-2006”, el primer libro del Estudio, se puede echar una vista atrás a los inicios, a esos primeros proyectos, al igual que pudimos posteriormente en 2012 con la exposición del IVAM “Vivir en la Arquitectura. Joaquín Torres y Rafael Llamazares” y entender los principios de esa filosofía y evolución de un estilo que une el proyecto con una visión más allá de lo funcional, que se envuelve de un carácter de diseño artístico y en muchas ocasiones escultórico. Si se pudiera llegar a separar, ¿Qué parte de los proyectos que hoy desarrollan en su Estudio se aprende con la formación, qué parte con la experiencia y qué se corresponde a esa esencia personal innata? Y en esa retrospectiva, ¿se siente identificado el arquitecto que comenzó en Galicia en 1996 con una forma de ver la profesión y empezando desde “cero” con el actual profesional en el que continúa forjándose y al que le queda aún lo mejor por hacer como le gusta pensar?
Lo que hoy se desarrolla en el estudio, todo lo que se desarrolla, es fruto de lo que somos, de lo que hemos vivido y aprendido. Hoy sin duda no somos los mismos de hace 25 años. Quiero creer que somos mejores y evidentemente nuestra naturaleza es la que es, pero he de decir que el talento, “lo innato”, sin trabajo y constancia -mucha constancia-, de poco sirve. Y es lo que hacemos en cada proyecto, intentamos dar más y más para lograr lo mejor de nosotros.
Me veo hace más de 25 años repleto de ilusión, pero ojalá hubiera podido tener una gran charla con él (con mi “yo” de hace 25 años), una charla larga e intensa, y en la que poder decirle que su sobresaliente de final de carrera, su seguridad en sí mismo y su ego, su gran ego, poco le iban a ayudar. Que harán falta muchísimos sacrificios y que todo, todo resultaría muy difícil pero que tuviera calma paciencia y fuera muy muy humilde, que todo llega si uno sabe perseguirlo y yo hoy, más que nunca, ya me conformo con lo conseguido. Solo quiero poder trabajar y vivir de mi trabajo y tener cierta tranquilidad empresarial y que cada principio de mes no sea un motivo de angustia.
“Si no consigues tener encargos rentables, jamás podrías tener libertad para crear”
-La vida empresarial y la capacidad de desarrollar grandes ideas y proyectos profesionales no siempre dependen de ser un gran trabajador, del buen hacer y de la buena gestión del empresario, aunque estas cualidades son fundamentales. Usted ha tenido en su entorno familiar un buen referente, pero en su dilatada experiencia profesional han vivido muchos momentos de gran proyección y crecimiento y otros en los que ha tenido que lidiar con grandes obstáculos. Desde esa experiencia como empresario ¿cree que hay una falta de cultura empresarial necesaria que en nuestro país no se enseña a nuestros Profesionales? Desde esa misma experiencia ¿el sacrificio y dedicación que conlleva ser empresario cree que le puede llegar en algún momento a impedir disfrutar de su profesión?
Honestamente creo que en España se maltrata al empresario. En muchas cabezas se estigmatiza esa figura, igualándolo casi a un explotador, y una clase empresarial sólida es la base de un gran país.
Evidentemente hay todo tipo de empresarios en España y en el mundo, pero en general el empresario español tiene más pasión que formación, y sus carencias las suele suplir con esfuerzo, dedicación y pasión. Yo, desde mi experiencia, he echado de menos la formación. En casa me decían cuando acabé la carrera que hiciera el IESE (máster de dirección de empresa) y sin duda no aceptar esa sugerencia ha sido uno de mis grandes errores. Pensaba que yo lo que tenía que ser era un buen arquitecto y eso haría que funcionase el estudio… pero no es así. Un estudio de Arquitectura es una pequeña o mediana empresa (según dimensión) y necesita nociones de gestión y nociones en cómo dirigir una empresa. Yo he tenido que hacerlo de manera autodidacta y, sin duda, ha retratado de alguna manera el desarrollo del estudio. Mi gran ventaja fue que he nacido en un ámbito empresarial y eso me ayudó mucho en multitud de ocasiones.
Sin Duda alguna las labores de gestión, las planificaciones, “los números“… sacan tiempo a la creatividad, pero afortunadamente he podido compaginar ambas cosas porque siempre he sabido que, para poder desarrollar la arquitectura que a mí me gustaba, tenía que lograr que el estudio fuera rentable. Si no consigues tener encargos rentables, jamás podrías tener libertad para crear.
“Hemos conseguido un grupo humano de trabajo muy compenetrado y donde la confianza y la lealtad está por encima de cualquier otro aspecto”
-Rafael Llamazares, un paso atrás en la imagen exterior, un paso al lado y conjunto en la creatividad (en la que siempre usted tiene el voto decisivo) y a nivel interno un paso adelantado en organización, gestión y rentabilidad. Usted se niega a ponerse a corregir planos y a él le obsesiona hacerlo. Un amigo, un socio y un compañero profesional más allá del negocio. Es muy difícil en el mundo empresarial ese equilibrio y relación profesional duradera en el tiempo. ¿Ha habido una evolución en esa relación que haya también transcendido a la estructura de sus empresas creando mejores equipos? ¿Cuál sería el recorrido de un nuevo proyecto, desde la recepción de la llamada de un nuevo Cliente hasta el resultado final, explicado desde cada responsable de su estructura que va interviniendo para llegar al mejor resultado de ese Cliente satisfecho?
Yo he crecido con la exponencia de mi padre y su relación de amistad y societaria con Florentino Pérez, y con el tiempo mi padre me dijo: nunca confundas amistad y negocios. Y lo que no funcionó con mi padre he de decir que ha funcionado a la perfección conmigo. Pero claro, nuestros límites y nuestras prioridades son otras muy diferentes a las que primaron en el caso de Florentino y mi padre.
Tanto para Rafa como para mí, la amistad es lo primero, y nuestro respeto y admiración mutua va muy por delante de cualquier otra cosa. Aun siendo yo accionista mayoritario, Rafa y yo estamos al mismo nivel en todo (mismos sueldos, mismo reparto de beneficios…), y he de decir que la generosidad para conmigo de Rafa ha sido, y es, ejemplar. No imagino mejor amigo, pero tampoco mejor socio. Para mí, es el mejor arquitecto que conozco y siempre, siempre ha tenido muy en cuenta mi visón de la arquitectura y seguramente en más de una ocasión ha relegado la suya propia priorizando mi visión… Aunque he de decir que casi siempre estamos de acuerdo, incluso en la carrera compartíamos un modo de proceder.
Sin duda el talento natural de Rafa es muy superior al mío y aun así siempre, siempre, me ha puesto a mí por delante. Yo intento que todo el mundo sepa que A-cero sin Rafa no sería A-cero e intento que ambos estemos al mismo nivel, uno al lado del otro, pero él de un modo elegantísimo, siempre se las arregla para darme el protagonismo… La evolución de nuestra relación con el tiempo se ha ido reforzando y le aseguro que ha habido en demasiadas ocasiones intentos de terceros por dividirnos, pero no solo no se lograron, sino que nos unieron más si cabe.
Cualquiera que nos conozca, sabe que nuestra relación es muy muy sólida, porque los cimientos están muy bien implantados. Yo doy gracias a la vida cada día por haber puesto a Rafa en mi camino y ojalá jamás lo decepcione porque nada me haría más daño. Rafa y su marido son los padrinos de mis dos hijos y pondría sin dudarlo mi vida en sus manos y esa confianza mutua ha calado en nuestra gente y hemos conseguido un grupo humano de trabajo muy compenetrado y donde la confianza y la lealtad está por encima de cualquier otro aspecto. Sin duda, nuestra relación ha ayudado a dar pautas a nuestro increíble equipo.
Cuando entra un encargo firme en el estudio hay una implicación general pero evidentemente no todo el mundo participa en todos los proyectos.
Lo que hacemos es siempre trabajarlo Rafa y yo, donde dejamos muy claro dónde queremos llegar y, aunque parezca mentira después de más de 25 años, nuestra ilusión y nuestras ganas de superarnos en cada proyecto sigue intacta, si no ha aumentado. Intentamos que sea un proyecto que haríamos nosotros si fuéramos los promotores. Esa es la clave, conseguir empatizar con el promotor hasta el punto de convertirlos en él. Trabajamos el concepto y, una vez hemos dado con él, Rafa lidera el equipo que lo lleva y yo prácticamente solo interactuó con Rafa. Es quien organiza al arquitecto que lo va a dibujar y dimensionar hasta tener el básico y luego, ya mucho más rutinario, los equipos que harán el proyecto de ejecución y dirección de obra. Siempre se es muy muy fiel al concepto inicial, a LA IDEA del proyecto, para no perdemos y sobre todo para que A-CERO tenga una coherencia formal que es la nuestra, la de Rafa y la mía.
“No sé hacia dónde vamos, pero sé dónde estamos y es una sociedad donde “el tener” es mucho más importante que “el ser””
-A-CERO TECH, un Sistema de Arquitectura Modular, una Fábrica, un nuevo concepto pero que es a la vez para usted algo ya muy consolidado ¿Qué representa A-CERO TECH para usted como empresa y proyecto y, a la vez, qué representa el concepto de industrialización para el sector y la sociedad desde su prisma?
A-CERO TECH he de decir que es un empeño muy personal por supuesto apoyado por Rafa, pero sé que él muchas veces hubiera renunciado a esto pues en ocasiones nos ha complicado muchísimo la vida.
A mí nunca me ha gustado el mundo de la obra. Es una afirmación que siendo arquitecto no parece muy coherente, pero me ha generado siempre muchísima desazón, muchísimo desaliento. Ir a una obra era todo lo contrario a lo que suponía la Arquitectura para mí:
-Orden
-Armonía
-Equilibrio
-Serenidad
-Paz
La obra me producía justo lo contrario y me iba siempre desolado por ese modo de construir tan caótico y sucio y donde el respeto del trabajo del “otro” es inexistente. Y pensaba que cómo era posible no conseguir en el siglo XXI otra manera de construir donde el orden, la precisión, la organización… fueran claves para controlar el resultado final. Como ocurre en la industria del automóvil, de la náutica, de la aviación… Y sin embargo en edificación la prefabricación se vinculaba a lo más “vulgar” de la construcción. Se vinculaba con lo económico y con la provisionalidad.
Pero estaba seguro de que se podía, y que se puede vincular con la excelencia.
Y hace ya 15 años intentamos potenciar un nuevo modo de construir, donde la racionalidad y la sostenibilidad en los procesos era posible… pero he de decir que nos está costando un mundo porque nuestra sociedad aún no está preparada para ello.
Decimos que queremos ser sostenibles, pero es de boquilla… los organismos públicos, el estado, la banca, no apoyan estos procesos y el gran público anda perdido porque lo vincula a lo mediocre, a lo económico, a una alternativa de menor calidad, y es justo lo contrario. Pero necesitamos cambiar las cosas.
Cómo es posible que durante la pandemia las administraciones encargasen módulos prefabricados para colegios, hospitales… Y fueran módulos que no cumplían la legalidad. ¿Meras casetas de obras sin alturas ni aislamiento mínimos… cómo no se encargaron módulos prefabricados cumpliendo al menos la normativa de la construcción…? ¿Por qué serían más caros? Pues claro, pero el coste no puede ser una disculpa para justificar esas “construcciones”. La prefabricación es otro modo de construir y no podemos utilizarla para vulgarizar la construcción, sino para dignificarla, y esto tiene que venir implantado desde la administración y dar ejemplo. Porque evidentemente el proceso industrial de calidad no es más económico (tampoco más caro si está bien gestionado) pero sí es de mayor calidad, sí es más limpio y racional y, por lo tanto, más sostenible.
Sí es más preciso, sí es MEJOR, y un nuevo modo de construir que revolucionará la construcción y la arquitectura y por lo tanto la sociedad. Del mismo modo que el movimiento moderno, que viene muy relacionado con la aparición del hormigón armado, es hora de que los profesionales del sector nos mentalicemos en adaptarnos a un nuevo modo de construir. Pero esto es muy tedioso y hay muchas reticencias por el sector (constructoras, promotores, organismos oficiales como ayuntamientos, la banca, el gran público…).
15 años ya y es duro, muy duro, porque todos son pegas, todo son inconvenientes, y desgraciadamente o no he tenido ni el empuje, ni la fuerza, ni el talante, ni el talento, necesario para ir más rápido o hacerlo mejor.
He tenido que quebrar dos veces por impagos de promotores porque aquí dos meses sin pagar es la ruina, pues la obra está terminada… Pero seguimos intentándolo y solo espero poder ser mejor cada día para conseguir que la industrialización sea un gran éxito. Es verdad que las perspectivas de A-CERO TECH son muy buenas, pero yo ya no soy de perspectivas, soy de realidades. No soy de palabras, soy de actos.
Creo en A-CERO TECH y en la industrialización para conseguir una arquitectura mejor y por lo tanto una sociedad y un mundo mejor.
“Nosotros intentamos ser fieles a nuestro modo de pensar y sabemos que una obra no es solo un legado a nuestro Cliente, es un legado para toda una sociedad”
-Eficiencia energética, construcción industrializada, respeto al medio ambiente e integración con el entorno, reciclaje, espacios saludables, espacios sostenibles…Todos estos conceptos parece que están hoy muy presentes, pero unido a algunas de sus afirmaciones como “un mal diseño lo sufrimos todos” y “tenemos que volver a la esencia de la arquitectura popular, con investigación y unido a la técnica”, ¿no cree que son conceptos que siempre deberían de haber estado, o que todo proyecto debería de haber tenido presente? ¿es la concienciación de la propia sociedad la que al final condiciona todo o cuál considera que es la verdadera realidad que estamos viviendo? ¿Hacia dónde vamos?
Eficiencia energética, sostenibilidad… son etiquetas muy de moda y que nos hacen muy progres, pero son también muy falsas. Nadie y digo “Nadie”, está dispuesto a mantenerlos. Sabemos que la industria textil es de las industrias más contaminantes del planeta y lo que triunfan son empresas textiles, donde su gran éxito es llevar modelos distintos a sus tiendas para que el gran público consuma mucho más, y no nos vale un vaquero, queremos decenas de vaqueros. Y hablo de la industria textil, pero podría hablar de muchas otras, como el sector de la construcción y de la Arquitectura donde los procesos constructivos son lentos, muy lentos, y tremendamente invasivos: En el entorno sufrimos obras eternas con la consiguiente contaminación acústica y visual y sabemos que hay otro modo de construir y no lo aceptamos. Hay una doble moral y todos somos responsables.
¿Sostenibilidad…? Y diseñamos ciudades verticales de vidrio (rascacielos tras rascacielos…) ¿Hay algo menos sostenible que un rascacielos de vidrio en el desierto? Y luego le ponemos el título de “La Torre más sostenible…” falacia tras falacia.
Pero el primer problema son los gobiernos, que deberían de obligar a cumplir con pautas de sostenibilidad, pero como las legislaturas son cortoplacistas, al gobierno de turno le da igual ese problema, porque no es un problema real para ellos.
Pero sí lo es para nuestro planeta, lo es para las próximas generaciones.
Nos estamos cargando el planeta y lo sabemos, y todos miramos a otro lado porque no lo vamos a sufrir, o eso creemos, pero sí lo harán nuestros hijos, nietos o biznietos… Somos tremendamente insolidarios e irresponsables, y aunque la construcción y la arquitectura es uno de los muchos aspectos que deberíamos cambiar, si no viene regulado por la administración, como vienen espacios mínimos o aislamientos mínimos, esto no cambiará. Tendrían que venir “regulados” los procesos haciéndolos más sostenibles, pero “Nadie” está dispuesto a pagar un 20% o un 30% más por su vivienda para que sea sostenible, porque jamás va a recuperar esa inversión a no ser que se financie o subvencione por los estados. Y yo hablo de esto en mi campo, pero lo hago extensible a cualquier industria…
Esto es labor de TODOS y sí, nos gusta decir que estamos de acuerdo con la sostenibilidad, pero ¿Qué hacemos? NADA O CASI NADA… Pero si nos cuesta trabajo hasta diferenciar las basuras….
En fin, soy muy crítico con esas etiquetas porque decimos eso, pero actuamos justo del modo inverso para apoyar realmente esa sostenibilidad.
Por supuesto que los arquitectos deberíamos de tener en cuenta estos conceptos, pero tenemos que salir adelante, y si el gran público no lo quiere y las instituciones tampoco ¿para quién lo hacemos? Y evidentemente que es la conciencia de toda la sociedad la que debe de cambiar y al igual que quiénes son los primeros que tienen que dar ejemplo. ¿Cómo es posible que la obra pública no se haga de un modo más sostenible y con diseños más sostenibles, o alguien cree que la “Arquitectura espectáculo” es sostenible? Nos movemos por lo visual, es hoy por hoy lo que prima, y aunque creo que el arquitecto tiene una gran responsabilidad sobre educar a la gente es imposible que este proceso se haga en solitario pues se hundiría como empresario…
No sé hacia dónde vamos, pero sé dónde estamos y es una sociedad donde “el tener” es mucho más importante que “el ser”, donde lo formal es mucho más importante que lo funcional, donde el aspecto exterior, la juventud, son valores en sí mismos y eso irremediablemente nos va a llevar a un mal lugar….
Una sociedad que da la espalda a la experiencia de “el mayor” es una sociedad que se dirige a su destrucción.
Una sociedad a la que no le importa más que lo inmediato, lo que percibe en el momento, es una sociedad que se dirige a un mal lugar y lo primero que tendríamos que hacer como sociedad es formar en otros valores a nuestros jóvenes y que el dinero no sea el principal o, mejor dicho, el único valor esencial….
Yo soy el primero que estoy atrapado en este mundo, pero créame que no lo quiero y cundo oigo a mis hijos que solo quieren tener y no quieren ser… me pregunto ¿pero qué mal lo estoy haciendo? y se me abren las carnes… porque no sé, simplemente no sé hacerlo mejor… y me veo solo y sé que no lo estoy, pero que no hago NADA.
Y creo que necesitamos cambiar cada uno de nosotros para luego pedir a nuestros políticos y a nuestros gobiernos que cambien, porque ellos no son más que un reflejo de nuestra mediocridad. El cambio tiene que ser individual y luego colectivo…
-¿Qué significado y reflejo en sus proyectos tiene el que le preocupe “el envejecimiento de su arquitectura” y el condicionado empleo de nuevos materiales? “El equilibrio entre función y forma”, “nada es fijo en la vida, hay que proyectar desde la previsión del cambio”, “no podemos diseñar de forma estática” y “la eficiencia y eficacia de las superficies” son también conceptos que tienen prioridad en sus trabajos ¿Cómo transciende todo esto en ellos y cómo debe ser uno fiel a una serie de consideraciones para llegar a tener una personalidad propia en sus proyectos?
Una buena Arquitectura es aquella que envejece bien y ahí los arquitectos tenemos una gran responsabilidad, porque una obra que envejece mal es una consecuencia que sufrimos todos.
No solo hay que diseñar bien, hay que construirlo bien para que su mantenimiento sea racional, y obviamente los materiales son fundamentales para este hecho.
Claro que una buena arquitectura es aquella que equilibra la función y la forma. Claro que una buena arquitectura es aquella que se adapta a los tiempos y a las circunstancias y claro que tenernos que ser eficientes y eficaces, pero todo eso lo debería de exigir el cliente y muchas veces el único interés del Cliente es el beneficio económico (promotor) y no dejar un legado a la sociedad. El arquitecto es responsable claro que sí, pero no el único responsable (y con esto no quiero quitarme ni un ápice de responsabilidad…).
Nosotros intentamos ser fieles a nuestro modo de pensar y sabemos que una obra no es solo un legado a nuestro cliente, es un legado para toda una sociedad.
A nosotros nos costó mucho llegar a donde estamos y dijimos muchas veces NO… Pero es verdad que yo he sido un privilegiado porque podía decir que no tenía un respaldo económico que me permitiera esa libertad y un arquitecto cuando empieza o monta un estudio no se puede permitir decir que no. Creo que cuando uno empieza está legitimado a hacer cualquier cosa, mi crítica es para todas esas empresas que ya están consolidadas (estudios, constructoras, promotoras…) que aceptan el camino de la mediocridad… y tienen la obligación de buscar la excelencia… el beneficio económico no puede ser el único objetivo.
Arquitecto constructora y promotores tenemos la obligación social de decir NO a la mediocridad y esto va por todos aquellos que no lo hacen y que además saben que no lo van a hacer y ni tan siquiera lo intentan.
“Mi pretensión es ser un buen técnico y no un artista. Esa dimensión es muy osada y creo que perseguir algo así solo puede perjudicar”
-“Yo he sabido vender bien mi producto, vender lo que hago, con compromiso y pasión, escuchando al Cliente y viendo y observando mucha arquitectura”. ¿Cree que el papel del Arquitecto no tiene la presencia e importancia en la sociedad que en otros tiempos llegó a tener? Si hubiera elegido sin condicionantes de su entorno otra profesión en la que formarse ha confesado que probablemente hubiera sido un estudiante de Bellas Artes. Proyectos, pintura, escultura, mobiliario…Haciendo un viaje por su particular espacio creativo ¿Qué creación artística cree que más le identifica en cada una de esas distintas facetas creativas en las que se ha desenvuelto y con cuál es con la que se siente más identificado de todas ellas en este momento?
En este momento sin duda me identifico más con la arquitectura pues es donde más experiencia tengo y donde me siento más seguro… Me fascina todo lo creativo, pero a la hora de pintar o de crear una escultura me falta técnica y muchas, muchas, muchas horas delante de los lienzos…
Me hubiera encantado estudiar bellas artes y dedicarme a ello, pero la Arquitectura ha sido una maravillosa alternativa y, hoy por hoy, no la cambio por nada. Me entretengo pintando y de hecho en nuestros interiorismos siempre utilizamos nuestra pintura, pero como un mero elemento decorativo, no pretendo ir más allá. Arquitectos estupendos como Navarro Baldeweg han trascendido y su obra pictórica es casi tan relevante como su obra arquitectónica, porque realmente era un artista, pero mi pretensión es ser un buen técnico y no un artista. Esa dimensión es muy osada y creo que perseguir algo así solo puede perjudicar.
“Creo que este tipo de asociaciones ayudan muchísimo a la labor constructiva y simplifica mucho la información”
-En el espacio de representación sectorial de AD’IP Asociación Española, la Construcción Seca, Falsos Techos, Aislamientos y Acondicionamientos térmicos y Acústicos, Protección Pasiva Contra el Fuego y Revestimientos Impermeabilizantes y Decorativos, ¿Cómo ve el papel de la Asociación y cuáles cree que deberían de ser los próximos objetivos y líneas de trabajo en beneficio del sector y dentro de este ámbito de representación?
Creo que la idea es magnífica y debería de hacerse un esfuerzo en mayor comunicación, una buena idea como AD’IP Asociación Española debería de estar bien focalizada, porque creo que tiene un gran potencial.
Creo que este tipo de asociaciones ayudan muchísimo a la labor constructiva y simplifica mucho la información…
Sin duda alguna el futuro de la construcción va de la mano con esta Asociación y deberían también buscar el apoyo de las instituciones.
“Lo malo es que en demasiadas ocasiones se quieren incorporar los aislamientos acústicos y térmicos una vez está terminada la obra y en uso”
-Siguiendo dentro de ese mismo espacio de representación ¿recuerda algunos ejemplos que haya tenido que gestionar en sus proyectos de condicionantes importantes que hayan tenido gran protagonismo para darles solución en materia de Aislamiento o Acondicionamiento Acústico o en Aislamiento Térmico?¿cómo valora la profesionalización y formación de los instaladores y los procesos de homologación de las empresas como el que AD’IP Asociación Española ha iniciado y está desarrollando actualmente con el CGATE para la implantación de la “Homologación AD’IP”?
Pues sin duda. Por ejemplo, el estudio de aislamiento acústico ha sido muy determinante en varios proyectos nuestros como el acondicionamiento del cine Rialto en Teatro. Hicimos ese proyecto para convertir una obsoleta gran sala de cine en un Teatro en la Gran Vía madrileña y la acústica de la caja escénica era vital y, por supuesto, también de todo el conjunto del teatro que se había quedado muy anticuado con el tiempo… Tuvimos que destripar toda la sala de butacas y rehacer todos los techos de escayola… Fue una labor titánica, pero se consiguió una acústica más que razonable.
Hemos tenido también que lidiar con el tema acústico en numerosísimos proyectos de hostelería que hemos realizado, donde ese aspecto es vital. Nos preocupamos de una estética agradable, una iluminación acogedora, una distribución de sala racional y flexible para dar solución a las posibles alternativas de comensales, pero a veces nos olvidamos demasiado a menudo de la acústica.
En estos proyectos la profesionalización del sector ha ayudado muchísimo porque de estos temas se sabía muy poco o no nos preocupábamos de ello y hoy cada vez estamos más alerta sobre estos aspectos. Eso sí, la formación del arquitecto en la carrera es casi nula refiriéndose a estos elementos constructivos… Y además he de decir que, como no se ve, se valora poco, y en cuanto al sobre coste que conllevan estas partidas bien plantadas, el promotor es muy reticente a afrontarlo a priori… lo malo es que en demasiadas ocasiones se quieren incorporar los aislamientos acústicos y térmicos una vez está terminada la obra y en uso, porque es cuando se dan cuenta que no vendíamos aire, que eran y son elementos fundamentales en una obra.
“Deberíamos de apoyarnos unos a otros y protegernos para que el arquitecto recupere ese prestigio de antaño que sin duda ha perdido”
-Ya en nuestro último café de esta entrevista… Ambos nacimos con un año de diferencia en la misma ciudad a la que pronto dejamos atrás para estudiar y vivir en otro lugar; hemos compartido en el tiempo la tremenda evolución social, la del sector y el avance tecnológico en distintos espacios de trabajo. Cuando se le pregunta de “futuro” contesta que el boceto que tiene encima de la mesa en este momento es el importante. Cuando se le habla del “Cliente” usted se queda con el Cliente al que verdaderamente “le emocione su proyecto”. También nos recuerda que “a la gente que se admira no hay que conocerla… Porque cuando descubres sus defectos te decepciona”. Pensando en unos veinte años más ¿Qué cree que nuestra generación habrá dejado como legado importante para las próximas generaciones, qué valores y qué errores cree que serán los que se nos reconozcan? Y a esos setenta años de edad, después de toda una vida y experiencia ¿qué aspiraría Joaquín Torres a seguir haciendo?
El futuro es nuestro y es donde realmente podemos intervenir… Yo hoy por hoy tengo mucho más claras mis metas y ya no pretendo pertenecer a una élite y ganar grandes premios ni grandes honorarios, pero pretendo hacer bien mi trabajo, siendo cada vez más incisivo en la industrialización. Eliminar mucha “espuma” para conseguir racionalizar. Conseguir hacer buena arquitectura y más sostenible, y dejar un legado digno y que dentro de 100 años la obra de A-CERO esté integrada en las tramas urbanas y que sus propietarios estén satisfechos de sus espacios diseñados, donde la luz es vital pero crucial la coherencia formal interior – exterior y vital también una vanidad constructiva.
Sé que estos próximos años vamos a hacer muchas cosas, cosas que ya estamos empezando en el estudio.
Rafa y yo seguiremos llevando a A-CERO allá donde nos llamen y busquen nuestra Arquitectura… Deseando comerme estos próximos años.
Yo, en un momento dado, me alejé del Cliente porque por mi forma de ser tan excesiva acababa teniendo una relación personal mucho más fuerte que la relación profesional y eso no fue bueno para el estudio. Yo, por ejemplo, al promotor Luis García Cereceda lo acabé “apadrinando” y él, de algún modo, también me “ahijó” y la relación personal fue maravillosa y sigo echándole muchísimo de menos, pero sé que esa relación tan íntima, tan de amigo, me perjudicó a nivel empresarial en temas meramente económicos, porque Luis no cesó de darme mil oportunidades de proyectos fascinantes pero muy, muy mal pagados, o que se me deben aún.
De esta relación aprendí a tomar distancia con el Cliente, pues es vital que la figura del arquitecto tenga auctoritas y para ello la distancia, el “no conocer” ayuda a crear esa figura del arquitecto distante.
Pero este aspecto, como empecé a decir en las primeras líneas, lo quiero cambiar, matizar, es necesario empatizar más con el Cliente, pero marcando los límites que no siempre son fáciles de cambiar. Un cliente no puede llamarte a cualquier hora y cualquier día. Un cliente debe analizar y pensar mucho más lo que quiere transmitir y respetar el trabajo del profesional. Al final es una cuestión de respeto mutuo, de entendimiento, de consenso. Es la mejor manera de conseguir un proyecto (en todo su recorrido) hasta una ejecución satisfactoria para todos.
Aspiro seguir avanzando con mi equipo del mejor modo posible.
Se nos reconocerá sin duda alguna pasión por el trabajo, pero se criticará la gran desunión del sector. Deberíamos de apoyarnos unos a otros y protegernos para que el arquitecto recupere ese prestigio de antaño que sin duda ha perdido. Y, los Colegios, o se renuevan profundamente para apoyar a sus colegiados de manera real y efectiva, o sinceramente creo que es mejor que cierren las puertas, porque para que nos marquen con un sello, para “visar un proyecto” que de nada debiera servir, porque seguramente apenas han mirado, no se justifica el trabajo del Colegio, y sería un gran ahorro para el cliente y el arquitecto. Se han convertido en un peaje administrativo muchas veces politizado, que no defiende por igual a sus colegiados, ni apenas dan apoyo y recursos a jóvenes arquitectos que están empezando.
Los Colegios se han quedado obsoletos y creo que en los próximos años se irán hundiendo, porque se han convertido en un lugar para tener un puesto, y donde los colegiados, o la mayoría de los colegiados, les importamos entre nada y menos que nada. Yo he sufrido no hace mucho la desprotección de mi Colegio, en un caso asombroso en el que obviamente la justicia me dio la razón. Yo he sufrido por parte de mi Colegio una trama de descrédito, de arrebatarme un importante proyecto con Metro de Madrid para luego dárselo al equipo de Manuel Leira Carmena, vocal de Colegio… En fin.
De todas formas, como en todo habrá excepciones y delegaciones de Colegios más efectivas y “limpias” que otras, pero mi experiencia no pudo haber sido peor.
Para terminar la entrevista querría agradeceros de un modo muy especial estas preguntas y deciros que me ha impresionado como la habéis preparado y documentado siendo, sin duda, una de las mejores entrevistas que me han hecho a lo largo de mi vida laboral.
Muchas felicidades a todo el equipo.
Fuente: Revista AD’IP N.º 46 – Extracto de la Sección Actualidad – Diseño e Industrialización en la Arquitectura Contemporánea – Entrevista realizada y dirigida por Jesús Mª Sánchez Traverso – Secretario General de AD’IP Asociación Española.