REVISTA AD’IP N.º45 – ABRIL 2021
SECCIÓN ACTUALIDAD – ECONOMÍA, LA AUTORIDAD DE UNA IMPECABLE TRAYECTORIA, PRESTIGIO Y RECONOCIMIENTO
Gregorio Izquierdo Llanes
Doctor en Ciencias Económicas y Empresariales por la UAM – Director del Área de Economía y de Fiscalidad de la CEOE – Director General y Secretario de la Junta Directiva del Instituto de Estudios Económicos.
“Para mí fue una gran noticia que el Presidente de CEOE, Antonio Garamendi, me brindara la oportunidad de volver a lo que había sido siempre mi casa”
Desde ese nuevo espacio al que AD’IP Asociación Española ha tenido la oportunidad de iniciar su integración, desde CEOE, en el que a medida que su propia restructuración interna condicionada por la pandemia y la ampliación de su representación lo permitan irá creciendo en participación, la Asociación vuelve a tener el privilegio del contacto y la directa comunicación con otra de sus importantes áreas, como es la Economía.
En un momento crucial para la economía y la viabilidad de las empresas, transcurrido este primer trimestre del año y con el convencimiento que se debe poder dejar ya a un lado la pandemia, superándola, que no se avive más la incertidumbre, trabajando hacia una recuperación y recomponiendo unas bases que permitan un refuerzo estructural que asegure ese futuro, solo alguien con la autoridad de la experiencia, de una impecable trayectoria, un profesional de gran prestigio y con el reconocimiento para hacerlo, podría ser el más indicado para vislumbrar el camino. Con el agradecimiento por la atención recibida desde el primer contacto y la plena disposición para compartir un hueco de su apretada agenda en esta nueva publicación de la Revista AD’IP, Gregorio Izquierdo Llanes aporta respuestas y claridad ante una situación compleja, y en un campo donde hay muchas opiniones, pero pocas personas tan acreditadas como él para poder hacerlo.
Gregorio Izquierdo Llanes, nació en Madrid en 1969, Doctor en Ciencias Económicas y Empresariales por la UAM (1992-1996) y es el Director de Economía de la CEOE (Confederación Española de Organizaciones Empresariales), teniendo a su cargo en su Dirección, entre otras áreas, la del Servicio de Estudios de la Institución y el Área de Fiscalidad. Además, es el Director General y Secretario de la Junta Directiva del Instituto de Estudios Económicos, uno de los más prestigiosos think tank españoles de economía, fundado en 1979, que ganó el premio Infanta Cristina de Economía en el año 2000 y que cuenta con su propio Servicio de Estudios. Ha desarrollado una intensa carrera profesional en el ámbito de la empresa, habiendo dirigido tres de los principales servicios de estudios de España. Además, es vocal titular del Consejo General de Economistas de España y vocal de la Junta Directiva del Colegio de Economistas de Madrid. Por su parte, también es socio de honor del Círculo de Empresarios, miembro del Instituto de Consejeros Administradores y miembro del Instituto Español de Analistas Financieros.
“Como se suele decir, el principal motivo para aprender economía es para evitar que te engañe alguien que supuestamente la haya aprendido”
Entre otras responsabilidades, ha sido Presidente del Instituto Nacional de Estadística entre 2011 y 2018, con categoría asimilada a Subsecretario, Director de la Oficina del Censo Electoral, Presidente del Consejo de Empadronamiento y vocal de la Junta Electoral Central. A su vez ha sido representante de España en el Comité del Sistema Estadístico Europeo de Eurostat, la Comisión de Estadística de Naciones Unidas, miembro del Consejo Estatal de Pymes y vocal del Observatorio de Empleo y Formación de Madrid. Asimismo, fue máximo responsable como Director Técnico del Programa Interuniversitario Oficial en materia de Formación y Empleo de la Comunidad de Madrid entre 2007 y 2011.
Obtuvo por oposición su plaza de funcionario del Estado, en el cuerpo nacional de Profesores Titulares de Universidad en el Área de Economía Aplicada, teniendo reconocido a título personal el máximo nivel (30) de la Administración Pública. Su actividad investigadora ha sido evaluada positivamente por la CNEAI de la ANECA. Ha publicado más de cien artículos científicos, cinco libros completos, catorce publicaciones indexadas internacionalmente como CR y/o Scopus y dirigido múltiples tesis doctorales. Ha participado como experto en diversas Comisiones oficiales del Congreso de los Diputados, del Senado y de la Asamblea de Madrid. Fue galardonado por la Fundación Universitaria San Pablo CEU con el Premio ‘Ángel Herrera’ de Ciencias Sociales, otorgado en el año 2000. Es miembro del Grupo de Expertos del Centro de Economía Política y Regulación del Instituto CEU de Estudios de la democracia.
Entre otras universidades ha sido docente de la Universidad San Pablo CEU, UNED, Universidad Rey Juan Carlos, Universidad Autónoma de Madrid, Colegio Universitario de Estudios Financieros, ICADE y Colegio Mayor Universitario San Pablo CEU, centro este último donde inició su carrera investigadora y docente.
-Como ya ha indicado en anteriores entrevistas, y a pesar que desde 2014 forma parte del currículo escolar, el conocimiento sobre economía en la sociedad es muy mejorable y, en muchos casos, es prácticamente inexistente. Nos indica que “hay cuestiones como el ahorro, la planificación de la jubilación, la adquisición de productos financieros de inversión o la selección de créditos, hipotecas, que casi todos llevaremos a cabo en algún momento de nuestra vida y que pueden condicionar la economía familiar drásticamente”. Según usted nos traslada, lo acertado o no de las decisiones que los ciudadanos tomen tienen relevancia ante la capacidad de resistencia del conjunto de un país y sobre todo ante situaciones de crisis. ¿Cree que este conocimiento podría también condicionar la forma de dirigirse al ciudadano de nuestros dirigentes y a la toma de sus decisiones?
La educación financiera es muy relevante puesto que mejora el bienestar del individuo a lo largo del ciclo de vida, al permitir tomar mejores decisiones de ahorro e inversión. Esto a su vez, repercute también a nivel macro, puesto que el proceso de ahorro es clave para vehicular la inversión y la innovación, que no deja de ser las principales claves, junto con el capital humano, de la productividad y del crecimiento económico a largo plazo. Ya en su día, cuando estaba en el INE, impulsé la Encuesta de Competencias Financieras del Banco de España y la CNMV, y también he escrito un manual de finanzas para niños, que ilustró en su día el prestigioso Mingote.
Un mayor conocimiento económico y financiero por parte de los ciudadanos, en la medida en que permite a estos estar más formados en materias que entroncan directamente con la política, contribuiría a disminuir el éxito de planteamientos populistas y demagogos. Por lo que sí que podría impulsar un cierto cambio en la forma de comunicación y acción de los políticos. Como se suele decir, el principal motivo para aprender economía es para evitar que te engañe alguien que supuestamente la haya aprendido.
“Por proceder de familia de empresarios, el trabajar en el IEE entonces y en CEOE ahora, yo creo que sí que ha sido mi gran vocación profesional y de máxima realización personal.”
-En su primera etapa como Presidente del INE manifestaba que esta labor profesional le había permitido desarrollar su vocación como funcionario en una responsabilidad que tiene un componente de alta cualificación técnica y que combinaba las que habían sido siempre sus principales áreas de interés, la Estadística y la Economía. ¿Cree que, de forma consciente o no, desde su etapa de formación universitaria siempre había aspirado a poder ocupar esa responsabilidad?
En mi caso creo que no. Es cierto que tenía una vocación muy fuerte por la economía y estadística desde mis etapas iniciales, lo que me inclinó a especializarme en el ámbito de estudios y de la investigación, y a ser profesor universitario, pero uno cuando es joven difícilmente prevé donde va a trabajar. Lo que sí le puedo afirmar es que la primera vez que participé en un Comité de Coyuntura de CEOE, yo tenía 23 años y lo dirigía Julio Alcaide. Y me sentí conmocionado, como un juvenil cuando le sientan en el banquillo del Atlético de Madrid. Por proceder de familia de empresarios, el trabajar en el IEE entonces y en CEOE ahora, yo creo que sí que ha sido mi gran vocación profesional y de máxima realización personal.
-Hace unos años, usted trasladaba la información de una encuesta de opinión del entorno empresarial, realizada por el Instituto Nacional de Estadística (INE), que en el 2016 el 30,9% de las empresas españolas señalaba como el aspecto que impactó más desfavorablemente en sus negocios fue la fiscalidad, por encima del entorno macroeconómico y la morosidad, siendo para las pequeñas y medianas empresas el componente más negativo. ¿Cree que las empresas que están pudiendo sobrevivir a esta crisis volverían a responder de igual forma, en cuanto a destacar la fiscalidad, como uno de los factores más relevantes si se les pidiera que destacaran el aspecto que más les condicionaría en su recuperación? Las primeras medidas tomadas en la pandemia han sido “positivas pero insuficientes para mantener el tejido empresarial”. ¿Cuáles son las actuales claves necesarias para mantener a las empresas, dentro de lo desigual que ha afectado esta crisis a los distintos sectores?
Sin lugar a duda. La presión fiscal empresarial de España es muy elevada, superior a la de los países de nuestro entorno, y la comparativa es aún peor si hablamos de otras métricas como la presión fiscal normativa. Tenemos un sistema fiscal que resulta muy ineficiente, generando elevadas cargas de gravamen, costes de cumplimiento, y distorsiones sobre las decisiones y la actividad de los agentes, además de que es poco competitivo con relación a nuestro entorno comparado. Fíjese si sigue siendo esta una gran preocupación que en la nueva del Banco de España a las empresas sobre la evolución de su actividad y sus perspectivas a corto plazo, los primeros datos relativos al cuarto trimestre de 2020, situaban la preocupación por la incertidumbre relativa a la política económica (superior al 75% de los declarantes), dentro de la cual la fiscalidad es un elemento clave, casi al mismo nivel para las empresas que la incertidumbre relacionada con la pandemia (80% de declarantes). Es decir, que no solo es que la fiscalidad actual tenga impacto desfavorable en la actividad, sino que también lo tiene el miedo a que se profundice en las ineficiencias de dicho sistema a futuro.
En cuanto a las claves para la recuperación empresarial, deberían prolongarse las medidas de apoyo que han funcionado razonablemente bien durante la pandemia. Más allá de medidas de apoyo concretas, que son necesarias, la clave pasa por abordar las reformas pendientes que permitan facilitar el necesario proceso de transformación de nuestro tejido productivo. Las disrupciones y los parones que ha generado la pandemia han hecho inevitable que una parte del tejido productivo precise una reconversión y adaptación. Para ello, es necesario que exista un marco regulatorio de calidad, simple y estable (garantizando la seguridad jurídica) y en general un clima favorable en los distintos aspectos que tienen que ver con la actividad empresarial.
“Y en este proceso, aprender de los errores del pasado es clave para no repetirlos y mejorar nuestra resiliencia ante futuros shocks”
-En febrero de 2020, en el informe de KPMG con CEOE “Perspectivas España 2020”, Antonio Garamendi titulaba su prólogo “Momento de Ponerse en Marcha”. Tras un año de pandemia, en “Perspectivas España 2021” su prólogo se titulaba “La Luz al final del Túnel”. Sin pretender adelantarnos a la que seguro será una acertada futura nueva visión del Presidente de CEOE, si le adelantara un posible título como “Las reformas del Crecimiento con la Fortaleza del Aprendizaje” ¿Cree que podría desarrollar a partir de él, ya sea corrigiéndolo o ampliándolo, lo que esperaría vislumbrar por su parte a principios de 2022 de la economía española y europea?
Ojalá así sea, y ese titular que propone se cumpla.
Desde luego, la oportunidad que se plantea para los próximos años es histórica e irrepetible. La crisis ha puesto de manifiesto, e incluso ha acentuado, las deficiencias de nuestra economía, pero también nos ha brindado la oportunidad de corregirlas, con el apoyo, además, de la UE a través de los fondos europeos. Pero para ello, como bien dice, son necesarias reformas que permitan reparar nuestro dañado crecimiento potencial, de manera que consigamos una verdadera transformación de nuestra economía y un aprovechamiento óptimo de los recursos procedentes de Europa. Y en este proceso, aprender de los errores del pasado es clave para no repetirlos y mejorar nuestra resiliencia ante futuros shocks. Por desgracia, nuestro país ha tenido multitud de crisis, y aunque en todas se consiguen avances, no es menos cierto que la memoria tiende a ser débil, y algunos errores a repetirse o perpetuarse. En esta ocasión, sería una gran decepción abordar medidas que en lugar de corregir los desequilibrios existentes contribuyan a acentuarlos. En muchos casos se trata de un error de diagnóstico por un análisis miope del problema en cuestión, por eso es tan importante despojarnos de sesgos y analizar la evidencia disponible, las mejores prácticas en nuestro entorno que han demostrado que tienden a funcionar y desechar aquellas que no lo han hecho. No es necesario hacer experimentos, o tratar de reinventar la rueda si podemos emular a los modelos exitosos.
“Todo lo que sea poner trabas a este proceso de reconversión y adaptación supondrá retrasar la salida de la crisis y minar la recuperación.”
-En el reciente informe de Economía de CEOE “Monográfico de los Efectos de la Crisis en el Sector Empresarial” de marzo de 2021, se hacía revisión de cómo se ha visto afectado el tejido empresarial español, muy tocado por la pandemia sanitaria y las medidas restrictivas que se han implantado para tratar de combatirla. En un artículo suyo reciente, en el que calificaba como planteamientos demagógicos y populistas el llevar a cabo expropiaciones temporales de viviendas vacías de grandes tenedores, llegaba a la paradójica consecuencia, entre otras muchas argumentaciones, que finalmente se acabaría perjudicando a los que presuntamente se intentaban proteger. ¿Cree que las medidas políticas que se tomen en la recuperación de la pandemia podrían llegar a convertirse de igual forma en un camino incompatible con la superación de la crisis si no recogen la necesidad real de la sociedad?
Esto es algo que sucede recurrentemente en política económica. De hecho, se suele decir que la diferencia entre un buen economista y un mal economista es que, mientras el mal economista solo es capaz de ver los efectos inmediatos y directos de una medida concreta, el buen economista es capaz de recoger también en su análisis los efectos y consecuencias indirectas y a medio y largo plazo, de manera que es capaz de realizar una evaluación más completa de las decisiones.
Se habla mucho de la necesidad de abordar reformas y medidas en el momento actual, y es cierto, que es perentorio hacerlo. No obstante, es igualmente importante que estas reformas vayan en la buena dirección, ya que si lo que se dirigen es a perpetuar o acentuar los desequilibrios ahora existentes, sería una gran oportunidad perdida. Como ya he dicho, lo más importante ahora mismo es flexibilidad y facilidad para que el tejido productivo se reconvierta y adapte lo más ágilmente posible a las disrupciones generadas por la actual crisis. Todo lo que sea poner trabas a este proceso de reconversión y adaptación supondrá retrasar la salida de la crisis y minar la recuperación.
-Como usted mismo refería en su comparecencia en una Comisión para la Evaluación y la Modernización del Estado Autonómico en sede del Congreso de los Diputados, y como Presidente del Instituto Nacional de Estadística,” la misión del INE es ofrecer y producir datos objetivos e imparciales de calidad, dejando a los usuarios la valoración e interpretación de los datos acontecidos”. En esta misma comparecencia, comentaba que en materia de desarrollo económico sabemos bastante más de lo que no funciona que de lo que funciona y que es importante que, en los factores que inciden en el crecimiento económico, no haya ninguno de ellos que se quede retrasado respecto al resto. Como todo en la vida, la experiencia y la suma de conocimiento es lo que nos hace avanzar. Usted añade que el mostrar a los ciudadanos que los datos estadísticos sirven para conocer mejor nuestra realidad ¿Qué importancia tiene la adecuada recopilación de datos los estudios estadísticos, su adecuada interpretación y análisis para poder anticiparnos a futuras crisis y para el deseable avance de la sociedad?
El conocimiento de la realidad económica y su adecuado análisis y valoración es crítico para el desarrollo de los países, ya que tanto los ciudadanos como los policy makers tienen la posibilidad de evaluar las distintas acciones de política económica en términos de coste-beneficio tanto ex ante como ex post. De este modo, se pueden abordar a futuro aquellas medidas que dan buenos resultados y rechazar aquellas que no lo hacen. Gracias a eso, las decisiones electorales, y, en consecuencia, o al menos así debería ser, las decisiones de política económica se realizan apoyadas en hechos y datos contrastados y no tanto con base en sentimientos o ideologías concretas, que, por muy respetables y legítimas que estas sean, no deben guiar el futuro económico y social de un país.
“…el ahorro en momentos de incertidumbre está muy vinculado al ahorro a corto plazo en saldos de tesorería…”
-En 2014 participó en un artículo de la “Revista de Educación” en el análisis del gasto de las familias madrileñas en enseñanza privada tras la reciente crisis económica, ciudad donde el porcentaje de familias que optan a la enseñanza de pago es muy superior en comparación con el resto de comunidades autónomas. Este análisis ofrecía unos resultados que concluían que en la crisis este gasto se había reducido menos que el resto de los aspectos económicos familiares, además de no estar condicionada la elección de este tipo de enseñanza por una exclusividad de las rentas altas. Conociendo tantos datos importantes de la sociedad española, y ante el empobrecimiento de una clase media afectada gravemente por esta crisis ¿Cuál es el proceso que vive una economía familiar, en cuanto a prioridades y necesidades, cuando se ve inmersa en una situación de crisis económica y cómo es esa evolución en su salida, ante un nuevo proceso de superación de esa crisis?
Evidentemente en todas las crisis toca sufrir un proceso de ajuste que es duro para todos. Un elemento diferencial es el ahorro, de cuya importancia ya hablábamos anteriormente. El ahorro permite construir un colchón, no solo para la jubilación sino también para shocks inesperados como el que vivimos actualmente, lo que se denomina ahorro por motivo precaución. Por ello, aquellas familias que han podido construir previamente un colchón previo de ahorro están pudiendo capear mejor esta crisis, incluso aunque hayan experimentado una pérdida de rentas. Además, ya una vez dentro de la crisis, lo que vemos en ese ahorro es que se dispara, debido a la incertidumbre acerca del futuro, y además lo hace fundamentalmente en saldos de tesorería que difícilmente pueden financiar inversiones productivas de medio y largo plazo.
Por ello, es tan relevante generar confianza y certidumbre en nuestra economía, para que, de esta forma, las familias vayan normalizando sus decisiones de consumo, y se pueda recuperar el consumo previamente perdido, es lo que se denomina consumo embalsado. Ello no significa que se deba abandonar el proceso de ahorro ya que es clave para financiar las necesarias transformaciones de nuestro tejido productivo, pero como decíamos, el ahorro en momentos de incertidumbre está muy vinculado al ahorro a corto plazo en saldos de tesorería, mientras que generación de seguridad y confianza y la recuperación de la actividad, permitirían un ahorro a más largo plazo, cuyo reflejo es también la inversión en proyectos de más largo plazo.
-En su participación en “Debates sobre longevidad más allá de las pensiones” de la Fundación FAES, desarrollaba en su artículo la afirmación que realizó sobre la valoración de la longevidad en la “Comisión Especial sobre la Evolución Demográfica en España” que tuvo lugar en el año 2017 en el Senado. En un sondeo sobre profesionales de recursos humanos se revelan fuertes prejuicios hacia los mayores de 55 años, desmereciendo su experiencia profesional y vital. Por otro lado, se habla del “tercer dividendo demográfico” con respecto a ese capital humano y su capacidad de poder continuar trabajando. ¿Cómo considera el debate económico, humano y social de asegurar una adecuada jubilación para el trabajador y el permitir seguir trabajando al que se vea con posibilidades de poder hacerlo?
La longevidad, vivir más años y de mayor calidad, no puede ser otra cosa que una excelente noticia. Es cierto que de la misma se derivan multitud de retos, y que se trata, en general, de una cuestión compleja, por lo que se debe de manera holística, evitando las soluciones sencillas o mágicas. Con respecto a la cuestión concreta de la jubilación, es cierto que en general la productividad probablemente sigue una forma de U invertida a lo largo de la vida laboral de un trabajador, pero es muy relevante tener en cuenta que conforme seguimos avanzando en longevidad es muy posible que el punto máximo de la curva se vaya desplazando hacia la derecha, por lo que los trabajadores serían más productivos a edades más avanzadas. Y, sobre todo, es muy relevante diferenciar entre las distintas actividades y sectores, ya que en muchos casos puede ser deseable y positivo, tanto para el profesional como para la empresa, que se prolongue la actividad durante un período de tiempo mayor. Y no solo por una cuestión de mayores necesidades de recursos a lo largo de un ciclo de vida que es ahora más largo, sino porque en muchos casos se trata de profesionales que pueden aportar mucho conocimiento y valor añadido precisamente gracias a su experiencia. Y no solo eso, sino que cada vez más está cambiando la mentalidad de la gente, y son los propios profesionales los que quieren trabajar más años, porque se ven en buenas condiciones de salud y motivados para seguir aportando a la empresa y a la sociedad.
“…en muchos casos puede ser deseable y positivo, tanto para el profesional como para la empresa, que se prolongue la actividad durante un período de tiempo mayor.”
-Nos confirma que la innovación y los incentivos fiscales van a ser un catalizador fundamental en el proceso de transformación que ha de afrontar nuestra economía y una herramienta flexible y ágil para mejorar la capilaridad y alcance de las ayudas esperadas de Europa, haciendo más sólida la recuperación económica. Lejos de entrar en un dilema entre salud y actividad económica, usted incide en que la búsqueda del equilibrio es siempre la única opción ya que salud y progreso siempre han ido de la mano. Hasta ahora parecía también que lo bueno para la naturaleza era malo para la economía. Las políticas empresariales de Responsabilidad Social Corporativa y transformación sostenible parece que se consolidan. ¿Considera que es una senda imprescindible el incluir esto en el ADN de las compañías y en estos momentos de afrontar y superar esta crisis? ¿En términos económicos es adecuado afirmar que la naturaleza es la principal factoría de producción de bienes y servicios y la premisa que cualquier acción empresarial debería preservar? ¿Cree que el PIB ha podido cumplir con la función de medir la actividad económica, pero ignorando y sin contabilizar la pérdida de activos naturales?
En general no cabe duda de que la empresa interactúa con un medio concreto, y por tanto no se puede concebir de manera aislada. La empresa favorece y enriquece al medio, ya que aporta un valor muchas veces incalculable en términos de bienestar, pero también es verdad que se nutre del medio en el que opera. Es decir que esta relación es recíproca. En este contexto, la naturaleza forma parte del medio en el que opera la empresa y por tanto es un factor importante dentro de la misma, aunque hay muchos otros (sociedad, trabajadores, proveedores, accionistas, etc.), y todos ellos muy relevantes. Por eso es equivocado tratar de crear esa dicotomía entre unos y otros.
Una de las grandes lecciones de esta crisis es algo que ya sospechábamos, que es que aquellas empresas que incluyen un enfoque de sostenibilidad y mantienen unas relaciones de largo plazo y de colaboración mutua con todos sus grupos de interés se muestran más resilientes ante perturbaciones externas. La sostenibilidad entendida en sentido amplio suele recoger tres categorías: lo relacionado con el medio ambiente, lo relacionado con lo social o la sociedad, y los aspectos de buena gobernanza de las empresas (los llamados ASG o ESG en inglés). Todas estas categorías son relevantes y recogen enormes oportunidades de ventajas competitivas y de mejora de los modelos de negocio y de las propuestas de valor de las empresas, que deben integrar este enfoque dentro de su estrategia de largo plazo.
En cuanto a la cuestión del PIB, medir las externalidades, tanto positivas como negativas, es siempre una tarea muy compleja. Cuando yo estaba en el INE, emprendí una iniciativa que es posible que vea la luz el año que viene, consistente en la publicación no solo del flujo de producción (PIB) sino también del stock, del balance de la economía, recogiendo los bienes de equipo, infraestructuras, activos naturales, intangibles, etc. que forman parte de la misma, de modo que pueda servir como referencia para ese tipo de cuestiones.
“… AD’IP Asociación Española puede tener un rol activo y participar de las diferentes vías descritas, enriqueciendo su visión y la de sector con el conocimiento desarrollado en las mismas, así como trasladando y compartiendo sus preocupaciones.”
-Tal y como se puede desprender en muchas de sus publicaciones a lo largo de los años de su amplio y extenso desarrollo profesional, como “Economía de la Empresa Inmobiliaria” o “Economía de la Vivienda en España”, el sector de la vivienda, su promoción y construcción está muy relacionada con las condiciones financieras. Hoy en día en la rehabilitación y la nueva construcción, incorporando los valores de eficiencia energética, confort y salud, el espacio de representación en el sector de AD’IP Asociación Española tiene gran protagonismo. ¿Cómo cree que esta Asociación sectorial, como nuevo miembro de pleno derecho de CEOE, podría trabajar desde la Organización Empresarial para cumplir su objetivo de ser una herramienta eficaz para el sector?
CEOE es un excelente punto de encuentro y espacio de participación de las distintas asociaciones empresariales para el intercambio de experiencias y prácticas, y, en definitiva, de conocimiento especializado, todo ello apalancándose sobre la legitimidad de la CEOE como la casa y la voz de multitud de empresas y organizaciones. La CEOE cuenta con hasta 25 Comisiones, órganos consultivos para tratar asuntos relacionados con la actividad empresarial en ámbitos como el económico, el fiscal, el laboral, la competitividad, la sostenibilidad, el medio ambiente, la digitalización, la I+D+i, y un largo etcétera. Como se puede ver, todos ellos de máximo interés para su sector. Además, desde CEOE se organizan cada año decenas de encuentros empresariales, actos y jornadas para abordar cuestiones de interés, y se elaboran cientos de notas e informes técnicos de apoyo para la actividad de las organizaciones y empresa. Así pues, AD’IP Asociación Española puede tener un rol activo y participar de las diferentes vías descritas, enriqueciendo su visión y la de sector con el conocimiento desarrollado en las mismas, así como trasladando y compartiendo sus preocupaciones.
-Desde AD’IP Asociación Española, como representantes de los Instaladores de Sistemas de Construcción Seca, Falsos Techos, Aislamientos y Revestimientos, además de promover este año un importante evento nacional, FERIAD’IP, que tendrá en lugar en 2021 los días 5,6 y 7 de octubre en IFEBA, recinto de la Institución Ferial de Badajoz, está también trabajando con el Consejo General de la Arquitectura Técnica de España, CGATE, en el desarrollo de la Homologación AD’IP, un procedimiento que tiene por objeto crear un distintivo de calidad a nivel estatal para las Empresas Instaladoras, de cumplimiento profesional en el servicio, conocimientos técnicos, formación continua, cumplimiento de normativas legales, fiscales, PRL y VS, compromiso con los ODS y garantía de atención al Cliente. ¿Cómo valora estos procesos objetivos e independientes de homologación de las empresas?
Las certificaciones son un elemento que favorece el desarrollo de los mercados, ya que permite asegurar estándares de calidad adecuados y generar confianza para los clientes. Además, estas certificaciones permiten mejorar la reputación de la empresa y le otorgan un cierto grado de diferenciación frente a otros proveedores. En muchos casos, la adopción de estos estándares también contribuye a la reducción de costes, a la diminución de riesgos, y a mejoras de la eficiencia. Hoy en día, dado que estamos en una economía de servicios, estos distintivos son, si cabe, más necesarios que nunca.
“…esta tendencia digital ha venido para quedarse y aquellas empresas que no sean capaces de integrarla en su estrategia y su modelo de negocio de forma integral y óptima, … pueden quedarse atrás en términos de crecimiento y competitividad.”
-Grandes compañías han anunciado que van a operar con criptomonedas en sus operaciones y algo está ocurriendo al margen del sistema económico y financiero tradicional que parece que el mundo esté reclamando una nueva valoración de la economía digital. Redes sociales con mayor influencia, disrupción de tecnologías o un descontento por los cauces habituales se unen a esta actual situación. A lo mejor para un Técnico como usted esto puede resultar apasionante, para los neófitos puede ser un momento de gran cambio impredecible y un punto de inflexión para la economía mundial. ¿Cómo lo resumiría según su valoración?
La revolución digital venía ya siendo un proceso imparable en los últimos años, y con la llegada de la pandemia esta tendencia se ha acelerado aún más, hasta el punto de que, en unos pocos meses o un año, se ha avanzado el equivalente a un lustro o puede que incluso más, en materia de digitalización. Pero todavía queda mucho camino por delante. Las posibilidades que ofrecen las nuevas tecnologías digitales, como la Inteligencia Artificial y el Machine Learning, el Big Data, el BlockChain, el Cloud Computing, o el Internet de las Cosas, son tan innumerables que en muchos casos resultan todavía difíciles de concebir. Lo que está claro es que esto redundará, como de hecho ya lo está haciendo, en un incremento de la eficiencia en los procesos de muchas empresas, así como en una mejor satisfacción de las necesidades de los consumidores, incrementando así su bienestar. Eso no significa que la digitalización no esté exenta de retos, especialmente en lo que se refiere al tratamiento de datos y la ciberseguridad, y que no se deban monitorizar estas cuestiones de cerca. Pero lo que está claro es que esta tendencia digital ha venido para quedarse y aquellas empresas que no sean capaces de integrarla en su estrategia y su modelo de negocio de forma integral y óptima, cada una en la medida de sus posibilidades, según el sector y actividad, pueden quedarse atrás en términos de crecimiento y competitividad.
“El nuevo proyecto de la CEOE me resultó apasionante, con un plan de cambio, modernización y mejora integral que ya está dando sus frutos, y era un orgullo para mí poder participar en el mismo, en las responsabilidades que me encomendaron.”
-Cuando a principios de 2019 asumió el nombramiento como Director del nuevo Departamento de Economía de la Patronal, asumiendo también el área de fiscalidad de la organización empresarial y la responsabilidad de ampliar las funciones del Servicio de Estudios de CEOE, ¿qué es lo que más le atrajo de esta propuesta profesional después de toda su experiencia anterior y qué retos profesionales y objetivos se planteó poder desarrollar dentro de este espacio laboral?
Después de estar en el servicio público durante un periodo prolongado, para mí fue una gran noticia que el Presidente de CEOE, Antonio Garamendi, me brindara la oportunidad de volver a lo que había sido siempre mi casa, en la medida en que estuve vinculado al Instituto de Estudios Económicos, el think tank de la CEOE, casi 20 años, desde 1992 hasta 2011. El nuevo proyecto de la CEOE me resultó apasionante, con un plan de cambio, modernización y mejora integral de la organización que ya está dando sus frutos, y era un orgullo para mí poder participar en el mismo, en las responsabilidades que me encomendaron.
En cuanto a retos y objetivos, por un lado, está el servicio de estudios de CEOE, que dirijo, y que he adquirido máximo prestigio entre las casas de análisis, como se demuestra en el hecho de que ha sido incorporado como miembro de pleno de derecho al GACE, el Grupo de Análisis de Coyuntura Económica, en el que participan los mejores servicios de estudios económicos del país. Además, en el ámbito fiscal, nos hemos convertido también en una de las principales referencias a nivel nacional a la hora de analizar nuestro sistema tributario y de proponer mejoras y reformas sobre el mismo.
A su vez, con posterioridad también he sido nombrado Director General del Instituto de Estudios Económicos, un sitio que conocía bien por mi anterior trayectoria dentro del mismo. A pesar de que la situación del IEE cuando asumí su dirección el año pasado era muy delicada, estando incluso comprometida su viabilidad a futuro, se ha conseguido realizar una transformación integral del mismo en un proyecto muy exitoso. El mejor reflejo de esta evolución se puede ver en nuestro impacto social en medios, que, para entendernos, sería nuestra capacidad de generar opinión, que no deja de ser un intangible pero que se mide mediante una metodología objetiva y contrastada. Pues bien, hemos pasado de tener un impacto social en medios valorado en 3 millones de euros durante la anterior etapa, a uno de más de 15 millones el año pasado.
Recientemente, por ejemplo, presentamos un informe de competitividad fiscal que ha sido objeto de referencia y cita en más de 170 medios de comunicación escrita. Además, este mes pasado, conseguí que el IEE fuera reconocido por ESADE como el centro de investigación de España, tanto públicos como privados, que mejor predijo la magnitud de la caída de nuestra economía en el año 2020, con la consiguiente legitimación del inestimable y máximo nivel técnico de nuestro equipo.