REVISTA AD’IP N.º44 – DICIEMBRE 2020
SECCIÓN INTERESA AL PROFESIONAL – HOMOLOGACIÓN AD’IP
Alejandro Payán de Tejada Alonso
Miembro del Gabinete Técnico del Consejo General de la Arquitectura Técnica en España
“La calidad de la homologación depende directamente del conocimiento de los agentes que la revisan y de su variedad”
Acabó sus estudios de Arquitectura Técnica en la Universidad Politécnica de Madrid en 2013 y terminará su tesis doctoral de Tecnología de la Arquitectura en este año 2021, habiendo desarrollado ya también una experiencia en el apoyo a la gestión Energética de Edificios, en la gestión del Congreso Internacional de Innovación Tecnológica en Edificación, en el comité Organizador del Congreso CONTART y siendo desde 2017 miembro del Gabinete Técnico del Consejo General de la Arquitectura Técnica de España.
-Es muy recomendable su artículo “Jugando a Construir” -Ciudades a Golpe de Juego-, de la publicación N.º 136 de la Revista CERCHA, donde nos pone de manifiesto cómo la desbordante evolución del mundo digital y la tecnología nos puede acercar a las profesiones antes de integrarnos directamente en ese entorno laboral. Es reseñable incluso un ejemplo citado en el mismo de cómo en un juego, que destaca la integración de la eficiencia energética dentro del abastecimiento a los ciudadanos, es curioso cómo se muestra el descontento cuando dicha energía proviene de fuentes no renovables y la aceptación y satisfacción en el juego en caso contrario. ¿Cree que a nivel de generar atracción por parte de los jóvenes hacia los perfiles profesionales dentro del sector de la construcción se está desaprovechando la oportunidad que ofrece el actual mundo tecnológico?
Sí que es verdad que nuestro sector tiene una fama de ser tradicionalista y cambiarla es una cuestión compleja, sobre todo de cara al usuario y a trabajadores jóvenes que vean en el sector una salida profesional, pero somos conscientes de que tanto empresas del sector como compañeros que se dedican al ejercicio liberal, están sumándose a la digitalización, se están formando para ello y están aplicándolo ya en su día a día.
Puede que el ejemplo más claro sea la irrupción de la metodología BIM y todo lo que representa, potenciando la colaboración entre los agentes intervinientes en los distintos procesos de obra mediante herramientas colaborativas online como la nube. Pero no se queda aquí, sino que se está ya haciendo uso de otras muchas tecnologías como pueden ser los drones para levantamientos topográficos, la realidad virtual y aumentada (la primera a nivel de marketing y la segunda utilizada por ejemplo para trabajos técnicos en lugares de difícil acceso) o la entrada de la monitorización para la evaluación de parámetros reales en los edificios.
Puede ser que las nuevas tecnologías hayan tardado más en entrar en el sector comparado con otros, pero llevamos un buen camino para que, en pocos años, se conviertan en herramientas utilizadas con total normalidad. Este es un mensaje que hay que dar a la sociedad para que la ciudadanía más joven vea en el sector una salida con futuro y atractiva.
Imagen artículo “jugando a Construir” Revista CERCHA 136
-Usted es miembro del Comité Organizador de CONTART, un gran foro de conocimiento que une a todos los actores del sector, donde tienen la oportunidad de participar en un entorno colaborativo que ofrece distintos puntos de vista y posibles soluciones a los actuales retos de la edificación. Concretamente en CONTART 2020: Ibiza, la salud del usuario en los edificios iba a ser el eje de debate y finalmente ha tenido que suspenderse por la pandemia. ¿Cómo diría que ha sido para usted este tan atípico 2020, a nivel profesional y desde su responsabilidad en el Gabinete Técnico del Consejo General de la Arquitectura Técnica de España?
Tal y como bien decía nuestro presidente, D. Alfredo Sanz, a nivel profesional ha sido un período, sobre todo el inicial, de incertidumbres que se fueron normalizando con el paso del tiempo, acostumbrándonos a responder y reaccionar con trabajo y dedicación para ayudar a todos nuestros colegiados y a la sociedad en general.
En cuanto a la responsabilidad, y el buen hacer en todas las iniciativas que se han desarrollado desde el CGATE, es siempre compartida de todos en conjunto y de ahí han resultado los buenos frutos de la mayoría de ellas dando las mejores respuestas posibles a cuestiones muy complejas sobre las que apenas se tenía información.
-Como miembro del Equipo Técnico del CGATE que trabaja en el desarrollo, futura implantación y seguimiento de la Homologación AD’IP, ¿Cómo valora la figura del perfil profesional del Arquitecto Técnico con respecto a la aportación que puede realizar en el sector colaborando con los desarrollos y evaluaciones de iniciativas de acreditación de garantías profesionales?
El Arquitecto Técnico conoce a la perfección y por completo el proceso de obra y su gestión. Ha demostrado ser además una profesión altamente versátil y flexible cuyo punto de vista amplio aporta a este tipo de iniciativas una visión global que incluye lo teórico y lo práctico, ayudando a que los profesionales o empresas homologadas tengan un plus de calidad añadido al pasar este filtro.
“…las funciones del Comité Técnico de Evaluación residen principalmente en analizar las propuestas desde su heterogeneidad y revisar el proceso de homologación y los requisitos…”
-¿Qué valor diría que aportan o tienen en sí mismos para la sociedad y el propio sector los procesos de Homologación que buscan, como es el caso de la Homologación AD’IP, la creación de un distintivo de calidad estatal para las empresas?
Como ya hemos comentado en la primera pregunta, el sector está cambiando, pero no solo a nivel tecnológico en el ámbito del ejercicio profesional sino también a nivel cultural situando al usuario en el centro del proceso. Esto hace que uno de los aspectos más importantes sea tener la capacidad de aportar un alto nivel de confianza al usuario sobre el producto final, y es aquí donde una empresa homologada o un profesional que lleva a cabo un desarrollo profesional continuo es capital para que esta persona tenga la garantía de que el servicio que se le va a ofrecer es bueno y adecuado conforme a unos principios profesionales y éticos.
-Para que una Homologación tenga las suficientes garantías y sea ampliamente reconocida, ¿es necesaria la existencia en el proceso de agentes externos? ¿Cuáles serían sus funciones?
Por supuesto. La calidad de la homologación depende directamente del conocimiento de los agentes que la revisan y de su variedad. Tener representantes externos en cualquier proceso de homologación integra diferentes puntos de vista, teniendo que ser la solicitud más completa y clara para justificar que es merecedora de la homologación. A su vez, la representación de la mayor parte posible de agentes del sector establece unos criterios firmes sobre lo que demanda el sector para considerarse un buen profesional o empresa. Asimismo, la creación de debate en el seno del Comité Técnico de Evaluación aumenta la objetividad del proceso al no predominar la opinión de solo una de las partes teniendo que alcanzar siempre un consenso.
Es por todo esto que las funciones del Comité Técnico de Evaluación residen principalmente en analizar las propuestas desde su heterogeneidad y revisar el proceso de homologación y los requisitos interviniendo en la mejora continua del proceso y su consecuente e imprescindible actualización.
-¿Cuál sería el perfil adecuado, qué entidades podrían pertenecer a este Comité Técnico de Evaluación Independiente y cuál será su forma de organización?
En línea con lo que he dicho anteriormente, se debe aspirar a tener la mayor representatividad del sector donde se mueve la empresa homologada. Por ello, las entidades se pueden dividir en representantes de asociaciones del sector, tanto profesionales como empresariales, centros de investigación, entidades de formación o empresas del sector. Con esto la mesa de debate es rica al integrar el mundo profesional, formativo e investigador.
Contará con un número de miembros mínimo de cinco y se revisarán las solicitudes recibidas con una periodicidad fija atendiendo a las bases de la homologación y al criterio consensuado de la mesa en los casos en los que sea necesario.
-Desde AD’IP Asociación Española se comunica que los plazos para completar el desarrollo y la implantación de la Homologación AD’IP no van a condicionar el proceso y que ésta será un hecho cuando esté perfectamente diseñada, estructurada y coordinada. ¿Es posible que el mismo proceso de desarrollo pueda ayudar a mejorar en las propias exigencias como Asociación y a una auto revisión del propio Perfil Profesional de representación?
En primer lugar, decir que fue grato, y es de valorar, ver como desde la primera reunión, desde AD’IP Asociación Española se nos trasladó el requisito de que fuera un trabajo bien desarrollado e implantado, independientemente del tiempo que se necesitase para ello.
Por otra parte, este tipo de acciones siempre hacen que te “homologues” de puertas adentro ya que la entidad se exige ser ejemplarizante con sus iniciativas y esto provoca la activación o revisión de su proceso de mejora continua.
Es un proceso muy positivo para todos los participantes provocando preguntas que, posiblemente, no hubieran surgido de no empezar su desarrollo y el aprendizaje que se alcanza mejora la organización a largo plazo.
“Hay que tener en cuenta que los tiempos cambian, y los profesionales y empresas debemos hacerlo en consonancia buscando ofrecer el mejor servicio posible al usuario»
-En cuanto a una visión del ámbito europeo e internacional y la propia comparativa con otros países ¿Cómo ve a nuestro país posicionado en cuanto a la acreditación de sus empresas, la certificación de sus competencias y capacidades profesionales, unido también a la formación?
En este aspecto es bueno tener como referente el modelo anglosajón. El ejemplo claro de ello es RICS (Royal Institution of Chartered Surveyors) con más de 130.000 profesionales acreditados en más de 150 países y que apuesta por una evaluación continua de sus capacidades tanto profesionales como éticas. Eso hace que la reputación por pertenecer a esta asociación profesional te sirva como tarjeta de presentación en un gran número de países, sobre todo a nivel europeo, de calidad profesional.
A nivel nacional se están desarrollando iniciativas en este sentido como la que comenzamos desde el CGATE el año pasado, la verificación del Desarrollo Profesional Continuo, a la que muchos compañeros ya se han sumado. Acabamos de empezar la segunda campaña y nos gusta ver cómo sigue teniendo aceptación por lo que esperamos su continuidad. También la Agencia de Certificación Profesional (ACP) es un ejemplo de ello yendo más allá, certificando profesionales en distintos ámbitos de la edificación y la arquitectura. Sin embargo, como decía antes, el empujón definitivo vendrá con la demanda por parte del usuario, que en los próximos años solicitará profesionales y empresas especializadas para los retos que ya están con nosotros, como la des-carbonización y la transformación digital.
-Alfredo Sanz Corma, Presidente del CGATE, nos trasladaba en su interesante entrevista con la que participaba en la Revista AD’IP N.º 43 que obtener el reconocimiento del sector no es fácil, que la Homologación debe de ser rigurosa, objetiva y justa, buscando siempre la transparencia y el mejor servicio posible en su campo de actuación. ¿Se puede decir entonces que es un proceso que estará siempre vivo?
Siempre. Hay que tener en cuenta que los tiempos cambian, y los profesionales y empresas debemos hacerlo en consonancia buscando ofrecer el mejor servicio posible al usuario. Este es el objetivo final. Esto requiere que se renueven continuamente los procesos de homologación de acuerdo a las nuevas exigencias que aparecen e, incluso, adelantándose a las que vendrán. Por eso, el proceso debe estudiar constantemente el sector y la demanda, trasladando a la homologación los requisitos no solo legales, sino otros más profundos que aseguren la calidad profesional y ética en todo momento.
Esta renovación se traslada a la homologación con la vigilancia periódica de la empresa, teniendo esta que demostrar que continúa haciendo las cosas en consonancia con los criterios establecidos. También sirve para analizar la evolución de la empresa reexaminándola conforme a los criterios modificados por el tiempo y los nuevos retos, evitando así que la homologación se convierta en la evaluación de un momento puntual.
-¿Cómo ve el futuro próximo en este sector, en el que trabaja diariamente en muchos aspectos y sobre el que mantiene una continua participación desde muchos ámbitos?
Para mí, el futuro del sector es increíblemente interesante. Hay que ser conscientes de que estamos ya inmersos en una transformación profunda de los profesionales, las empresas, los métodos de trabajo y la actitud de los usuarios finales. Todo ello girando en torno a la sostenibilidad de nuestras acciones y la transformación digital de nuestra sociedad en conjunto. Los retos son ambiciosos, no tanto por las exigencias legales o la necesidad de renovación de conocimiento, sino porque obliga a toda la sociedad a remar en una misma dirección con un eje principal, la colaboración continua. Desde mi punto de vista, este es el verdadero reto, encontrar las sinergias entre todos y potenciarlas para poder alcanzar los objetivos presentes y futuros.